El demorado crecimiento del PBI de Brasil está poniendo en apuros al gobierno de Jair Bolsonaro, que teme recibir un duro traspié en las elecciones municipales de este año si la economÃa continúa por este camino.
En lo que va del año, el real ya se devaluó un 9,22% y este viernes alcanzó un nuevo máximo histórico de 4,40 para terminar estabilizándose a 4,38. Como agravante, estas sucesivas depreciaciones de la moneda -que lógicamente incrementan el malestar social- fueron acompañadas por constantes provocaciones del ministro de EconomÃa Paulo Guedes.
"Hasta las empleadas domésticas iban a Disney cuando el dólar estaba a 1,80 (bajo el gobierno del Partido de los Trabajadores), eso era una fiesta terrible. Ahora hay que pasear en Foz de Iguazú, ir a las playas del noreste", dijo, tras lo cual tuvo que salir a pedir disculpas.
Desilusionado con Bolsonaro, el mercado reduce la previsión de crecimiento de Brasil al 1,49%
Bolsonaro salió a distanciarse del ministro luego de cada salto de la divisa y en reiteradas ocasiones dejó en claro que en su opinión "el dólar está caro". Pero ahora, las diferencias con Guedes escalaron a un nuevo nivel.
Según publicó Folha de Sao Paulo, el presidente le exigió al ministro un crecimiento mÃnimo del 2% para este año, desafÃo que Guedes aseguró poder alcanzar con facilidad.
Sin embargo, las expectativas del mercado se contraen cada vez más y empiezan a generar incertidumbre al interior de la administración brasilera, donde Guedes tiene muchos enemigos. Especialmente en el ala militar que ganó mucho poder en las últimas semanas.
De acuerdo al tradicional Boletin Focus, las proyecciones de avance del nivel de actividad económica para el 2020 pasaron de un 2,3% a un 2,23% esta semana. Si bien se trata de un ajuste menor, el temor radica en que se convierta en un sendero que repita la experiencia del 2019, cuando dicha medición auguraba una suba del 2,5% y terminó marcando un alza apenas por encima del 1%.
Lula concentra las crÃticas en la economÃa de Guedes para liderar la oposición a Bolsonaro
El bajo dinamismo económico se refleja en la tasa de desempleo que se mantiene por encima de los dos dÃgitos a pesar de la lenta mejora. A su vez, los pocos puestos de trabajo que genera la economÃa se concentra en el sector informal.
En este marco es que Lula Da Silva dijo que "el pueblo está manejando Ubers y repartiendo pizza", ya que esta plataforma pasó a convertirse en uno de los principales empleadores del paÃs con más de 600.000 conductores asociados.
Como explicó LPO, el ex mandatario piensa centrarse en la agenda económica para liderar la oposición al gobierno de Bolsonaro y apunta especÃficamente a la figura de Guedes.
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Es el liberalismo, estupido.