Los líderes de Cambiemos en Diputados tuvieron una tensa reunión con los referentes del Frente de Todos para organizar la exposición de Martín Guzmán sobre la negociación de la deuda externa y decidirán este martes si asisten o dejan sus bancas vacías.

El reclamo de Mario Negri (UCR), Cristian Ritondo (PRO) y Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica) fue porque consideran que sus pares tendrán poco tiempo para hablar y temen que la sesión le permita a Guzmán denostar a Macri sin réplica alguna.

"Negri estaba muy nervioso y nos decía que esto iba a terminar mal. No entiende que le estamos dando la oportunidad de consultar al ministro de Economía en un momento histórico", se lamentó ante LPO uno de los referentes del oficialismo que trató de contenerlo. 

Las visitas de ministros al recinto tienen escasos antecedentes en la historia y en este caso servirá para que Guzmán presente el plan económico que le reclaman los acreedores.

Como señal de respaldo, ocuparán los palcos los directivos de la Unión Industrial Argentina (UIA), la CGT y las asociaciones empresariales. Cambiemos pidió sumar a las entidades rurales y esta noche se escribían las invitaciones.

También habrá una movilización en las calles con las organizaciones sociales que apoyan a Alberto Fernández, como la Corriente Clasista y Combativa (CCC), el Frente Popular Darío Santillán, la CTEP de Juan Grabois, el Movimiento Evita y Barrios de Pie.

El resto de los bloques opositores no tuvo ninguna exigencia sobre el formato de la sesión, que será similar al de las exposiciones de los jefes de Gabinete: un discurso introductorio, ronda de preguntas y tanda de respuestas.

Cambiemos se queja porque la mayor parte de la sesión estará monopolizada por Guzmán y sus diputados. En el oficialismo le recuerdan que tendrán la chance de preguntarle lo que quieran en un momento muy difícil. 

Cambiemos quería repreguntar y podrán hacerlo mediante su jefe de interbloque, Negri, con un cierre de Guzmán para saldar las dudas. Pero el mayor reclamo del líder radical fue por el escaso tiempo que tendrán para exponer, que sería de 40 minutos repartido entre todos los bloques.

"Guzmán hablará al principio y al final y responderá lo que desee. Encima el Frente de Todos también hará preguntas, por lo tanto tendrán tres bloques de cuatro", calculaban en el principal espacio opositor. 

Otro temor eran los ataques a Mauricio Macri y a funcionarios de su Gobierno por el volumen de endeudamiento durante la gestión. "Esta Cámara funcionó por la oposición y deberían reconocerlo", se quejaban. 

Tan mal terminó la reunión, que el trío de jefes y el vice de la Cámara Álvaro González se fueron antes y el miércoles, temprano, habrá otro encuentro entre las autoridades para volver a repasar el itinerario de la sesión. Silvia Lospennato (PRO) y Álvarez Rodríguez, secretarias parlamentarias de sus bloques desde hace varios años, serán las encargadas de acercar posiciones, pero este lunes los cambiemistas no descartaban dejar sus bancas vacías. 

Tendrán un martes largo. Por la tarde, la UCR, el PRO y la Coalición Cívica celebrarán sus reuniones de bloque y a las 19 se juntarán todos para ultimar la lista de preguntas a Guzmán, siempre con el asesoramiento de Hernán Lacunza, ex ministro de Economía de la Provincia y de la Nación, donde le tocó anunciar el reperfilamiento de la deuda en pesos después de las elecciones primarias.

La mayor parte de las consultas girarán en torno a la capacidad de pago de la deuda que tendrá el Gobierno, un asunto que prefirieron obviar los funcionarios de Economía que expusieron durante el debate de la ley sancionada el miércoles pasado y pedida por Guzmán para negociar con mayores herramientas. 

 En Cambiemos se harán sentir los "duros", un grupo de intransigentes liderados por Fernando Iglesias, Waldo Wolff y la quincena de la Coalición Cívica, que en diciembre pidieron boicotear la asunción de nuevos diputados para cerrar el recinto por tiempo indefinido. De todos modos, Elisa Carrió tuvo un actitud constructiva cuando se debatió la ley pedida por el ministro para negociar.

Los duros deberán aceptar las condiciones estipuladas por el oficialismo para ir a escuchar a Guzmán y si se oponen, no irán. La visita del ministro fue acordada por Massa, quien prefirió ese formato al de una exposición ante la bicameral de seguimiento de la deuda, integrada sólo por 16 legisladores que ni siquiera están definidos. Para el principal bloque opositor no está conforme.