La represa de Chihuido se convirtió en uno de los temas principales que llevó Alberto Fernández a la reunión en Berlín con la canciller alemana Ángela Merkel.
El secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, llevó carpetas con proyectos de financiamiento bilateral al encuentro, entre los que se destacaba la represa ubicada en Neuquén.
Béliz, que es impulsado por el Gobierno para presidir el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), quiere reflotar créditos con Europa ante la demora que implicará esperar el financiamiento chino, trabado por la situación de conflicto de las represas de Santa Cruz.
En el Gobierno estiman que puede llevar un año hasta que los chinos lo resuelvan avanzar con las represas y por ende con el financiamiento para otras obras en suelo argentino. Es allí cuando Europa aparece como una alternativa donde se busca generar entrada de dólares.
Luego de que en 2016 el proyecto de Chihuido perdiera el financiamiento ruso por las condiciones que Mauricio Macri intentó imponerle a Vladimir Putin, los alemanes fueron a la carga para hacerse cargo de la obra, que precisa un financiamiento de 2200 millones de dólares.
La empresa alemana Voith Hydro llegó con una propuesta avalada por la agencia de financiación de exportaciones alemana Euler Hermes. Pero se topó con las trabas del gobierno argentino.
En julio de 2018, los representantes de Voith vinieron al país con la idea de firmar al menos un precontrato a partir de que decían tener el financiamiento del 85 por ciento de los USD 2200 millones. Pero para su sorpresa cuando llegaron a Buenos Aires no los recibió Macri ni el entonces ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. Tuvieron que conocer a Gustavo Lopetegui, quien les avisó que por el acuerdo con el FMI no podrían poner el 15 por ciento (unos 330 millones de dólares a 5 años).
Luego de la amenaza de Lopetegui, el gobernador de Neuquén pidió sacarle Chihuidos a Eurnekian
Los ejecutivos de Voith Hydro no sabían quién era Lopetegui cuando entró a la reunión y no terminaban de entender qué estaba pasando cuando en lugar de celebrar el financiamiento les anunciaba la cancelación de la obra. "¿Un anuncio de estas características no debería hacerlo el presidente?", preguntó entonces uno de los alemanes, habida cuenta que ellos se involucraron en el negocio por un pedido directo de Macri a Merkel, que había dispuesto el respaldo de la agencia Euler Hermes. Este tema causó resquemores en la relación de Macri con la canciller alemana.
Ahora, el gobierno de Alberto busca que Merkel avale nuevamente el apoyo de la agencia aseguradora.
Béliz llevó también a Roma una carpeta del soterramiento del tren Sarmiento, pese a que el ministro de Transporte, Mario Meoni, sugirió que podrían rescindir el contrato de esa obra históricamente postergada. La aseguradora italiana (Sace) tiene un monto restringido de 1000 millones de dólares para la región, por lo que no llega a cubrir el soterramiento, valuado en 1500 millones de dólares. En el Gobierno confían en que eso políticamente se puede negociar.
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No repartió cargos a diestra y siniestra.
Estás inventando.
Si fuera así. Hubiera ocupado los cargos de la aduana ( que son súper picantes ) pero aún hay gente de Macri.
Déjate de mentir.
Por fin se termina el fracaso dl macrismo.
Ahora reparte obras
Cuando lo repartirán a el, a que cuide a dylan y la jefa lo reemplaza?
En esta pareceria que no hubo contraparte argentina, solo el que sabe hacer la obra, tal vez por el idioma, ya que se ve por la historia de los socios extranjeros de los contratistas del estado, que solo dominan el castellano y el italiano