Tras nueve días de procedimientos en la Cámara Alta, hoy el juicio para remover a Donald Trump del cargo enfiló hacia un final que ya se veía venir. Los republicanos en el Senado cerraron fila alrededor del presidente y echaron abajo la posibilidad de que hubiera testigos y nueva evidencia en el juicio contra Trump. Los demócratas albergaban la esperanza de convencer a cuatro senadores republicanos para que votaran contra el presidente y permitieran la presencia de testigos, sin embargo, sólo dos decidieron desafiar al presidente.

Trump acusó a los demócratas de intentar "estafar a Estados Unidos". Dijo que la izquierda radical, "los demócratas buenos para nada siguen exigiendo justicia, cuando hicieron la más injusta cacería de brujas en la historia del Congreso de EU".

Senadores interrogan a defensores y acusadores en el juicio contra Trump

El senador, exgobernador de Massachusetts y excandidato presidencial republicano Mitt Romney y la senadora por Maine Susan Collins se unieron a los 47 demócratas, mientras que el senador Lamar Alexander de Tennessee, quien está próximo al retiro, y la senadora Lisa Murkowski de Alaska, cuya curul está en jaque debido a que su estado se inclina cada vez más a la izquierda, decidieron votar con su partido.

El voto hubiera permitido a los demócratas citar a funcionarios y exfuncionario de la administración como el exasesor de Seguridad Nacional John Bolton, el canciller Mike Pompeo, y el Jefe de Gabinete interino Mick Mulvaney.

El testimonio de Bolton, en particular, amenazaba con ser extremadamente perjudicial para Trump. Si bien las probabilidades de que el presidente fuera declarado culpable siempre fueron poco menos que inexistente, que Bolton declarase ante el pleno del Senado y ante las cámaras de todo el mundo que su exjefe había actuado de manera ilícita hubiera sido muy negativo para la imagen de Trump.

En un libro de próxima publicación, Bolton confirma las acusaciones de los demócratas sobre que Trump presionó a Ucrania con la única intención de afectar la imagen de su rival, el exvicepresidente y actual candidato presidencial demócrata Joe Biden.

Se trata de otro milagro político para Donald Trump, y una vez más el líder republicano Mitch McConnell demuestra lo indispensable que es para el presidente. Una y otra vez McConnell ha conseguido proteger a Trump de los embates del legislativo.

El equipo de administradores de la Asamblea, siete legisladores que fungen como la parte acusatoria en el juicio, difundieron un comunicado en el que condenaron el resultado de la votación. Dijeron que aquellos senadores que votaron en contra de tener testigos en el juicio, "cuando su testimonio pudo haber informado sobre la culpabilidad o inocencia del presidente", se las van a ver complicadas a la hora de explicar el porqué.

"Los senadores escogieron establecer un precedente peligroso que tendrá repercusiones a largo plazo para el Congreso de los Estados Unidos, el balance de los poderes, y nuestra democracia en su conjunto", dijeron.

Proteata contra el empeachment en las afueras del Capitolio.

AP

Luego de la votación sobre el tema de los testigos, el Senado votó a favor de aplazar la votación sobre la inocencia o culpabilidad del presidente hasta el próximo miércoles, decisión que fue negociada entre ambas bancadas y con la anuencia de Trump.

Los acusadores y la defensa de Trump empezaran con sus argumentos de cierre a partir del lunes.