Agustín Rossi ofició de virtual ministro de Defensa en sus dos últimas intervenciones en la Cámara de Diputados, donde este miércoles consiguió aprobar una ley para crear un fondo para reforzar el equipamiento de las fuerzas armadas que le permitirá llegar al Gabinete robustecido. 

Fue una de sus condiciones que puso ante Alberto Fernández para aceptar ser ministro de Defensa, un cargo que ya ocupó entre 2013 y 2015. La experiencia le alcanzó para saber que reducir al mínimo el financiamiento a las fuerzas armadas complican la gestión de cualquier ministro, porque erosionan su vínculo con el personal y lo arriesga a responsabilizarse de accidentes graves. 

Para no repetir esa situación, logró que la Cámara de Diputados apruebe el Fondo Nacional para el equipamiento de las fuerzas armadas (Fondef), creado con un porcentaje de los ingresos corrientes de cada presupuesto. Será de un 0.35% en 2020, un 0.5% en 2021, un 0.65% en 2022 y un 0.8% en 2023.

Rossi alertó sobre el peligro de la injerencia de Estados Unidos en las fuerzas armadas de la región, pero consideró que no las puede dejar sin financiamiento para controlarlas. 

"El objetivo de este proyecto es encontrar una forma explícita a fin de empezar a lograr el reequipamiento de las fuerzas armadas en la Argentina", explicó Rossi, sobre la ley que deberá ser sancionada en el Senado, la Cámara que mejor controlará Alberto desde diciembre. 

"Es hora de que la Argentina tenga definida una política de defensa. En todos los países del mundo una política de defensa es una política de Estado y me parece que en estas cosas hay que mirar hacia adelante. De nada vale echar responsabilidades hacia atrás y lo que estamos tratando de hacer acá es justamente eso, que el nuevo gobierno y el futuro ministro tengan la posibilidad de reequipar, de hacer mantenimiento y de reutilizar los equipamientos que actualmente existen", completó el diputado. 

Su prédica, ya como ministro en funciones, sorprendió a Cambiemos. "Estoy convencida de que cuando se vote el presupuesto esta ley no va a estar, porque cualquiera sea el gobierno y el signo político, lo cierto es que en los últimos veinte años se han desguazado las Fuerzas Armadas de la Nación. Esto es independiente de lo que haya sucedido en otras décadas", dudó Elisa Carrió. 

Luciano Laspina recordó que hay una Oficina de Presupuesto para medir el costo fiscal de cada medida, pero ya hay otro Gobierno con prioridades diferentes. El oficialismo fue generoso, le dio la mayoría apartarse del reglamento y aprobar la ley que ahora rematará el Senado sin problemas. 

Rossi ya había hablado sobre Defensa en la sesión de repudio al golpe de Estado en Bolivia, para advertir sobre la militarización de Estados Unidos en la región a través de la Junta interamericana de Defensa (JID), que agrupa a los jefes de las fuerzas armadas del continente y del Comando Sur, la división para la región de Estados Unidos.

"Claramente, no es lo mismo que de un órgano participen los ministros de Defensa que los jefes de las fuerzas armadas y el Comando Sur, que es la expresión del Pentágono para Sudamericana que intenta sostener todas las políticas que los Estados Unidos tienen para el continente. Ahora bien, las políticas que los Estados Unidos tienen para América del Sur las vemos claramente en las declaraciones del presidente Trump", dijo esa vez, en referencia a su rápido apoyo al golpe de Estado en Bolivia. 

"De todas maneras, no todo es tan lineal, ya que ha habido expresiones contrarias de dirigentes demócratas. Sabemos que es así, ya que durante la dictadura tuvimos a Reagan y a Carter. Las acciones fueron distintas; no es todo lo mismo lo que pasa en los Estados Unidos", aclaró. 

Recordó que Garré, cuando era ministra de Defensa, creó la Escuela Suramericana de Defensa en Quito, para lograr "una doctrina de defensa autónoma de todos los países de América del Sur, en contraposición con el Colegio de las Américas. Es más; no le pusimos "colegio" para que se diferenciase de aquél. Cuando tumbaron la estatua de Néstor Kirchner en la sede de la UNASUR, también estaban tumbando eso. No son solamente símbolos; son políticas", remarcó.

Pero una semana más tarde dejó claro que quitarle financiamiento a las fuerzas armadas no era la salida para evitar la injerencia extranjera. Fue su primera posición como ministro.