Emilio Monzó realizó su propio acto de despedida en la Cámara de Diputados, donde volvió a molestarse con Mauricio Macri por su confrontación extrema con el kirchnerismo y cuestionó a los "obsecuentes" de su Gobierno, un palo que muchos presentes entendieron como dirigido a Marcos Peña.
"Es un dolor que no hayamos podido cerrar la grieta y alcanzar la unidad nacional. Debemos seguir trabajando para lograrlo", empezó su discurso en el escenario que compartió con los funcionarios de la Cámara, como el jefe del interbloque UCR Mario Negri.
"Valoro la vocación de diálogo y de consenso con la que hemos trabajado en estos cuatro años junto a todos los bloques parlamentarios", agradeció, ante la mirada de las principales autoridades de la cámara, como los vicepresidentes José Luis Gioja (PJ), Luis Petri (UCR) y MartÃn Llaryora (Argentina Federal). Entre el público se mezcló Mario Negri, jefe del interbloque Cambiemos.
Luego de destacar a su equipo histórico de colaboradores, contó que suele tener cruces con ellos y con sutileza los diferenció de la mesa chica de la Casa Rosada, dirigida por Marcos Peña.
"Llevamos muchos gobiernos que son tomados por los obsecuentes, que tienen un elemento narcótico de adulación al lÃder en la administración pública. Esa obsecuencia lleva al lÃder a aislarse de la realidad", sentenció Monzó.
"Debemos poner funcionarios que tengan prestigio propio, a los que no se les dan órdenes sino que se los debe convencer, porque siempre van a mirar a la gente, Sueño que se elijan funcionarios para gobernar de la misma manera, no por sus pertenencias partidarias sino por su experiencia y su idoneidad", auguró el diputado, en una referencia que pareció dirigida a Peña, su enemigo en el Gobierno durante estos años.
El acto se realizó en el salón de los pasos perdidos de Diputados, con discursos de los funcionarios de la Cámara y del jefe de la asociación de empleados legisltivos (APL), Norberto Di Próspero, aplaudido por el personal desde las gradas.
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Además, nos dejó altas tarifas, y no cumplió varias de sus promesas (bajar los impuestos).
Pero el error más grande de M. Macri fue solo oír a unos pocos desatinados como M. Peña, en lugar de ser más amplio, pues era el presidente de todos, pero su mayor error, manejar el país como una empresa.