En una exposición en la universidad Herbert Business School de la ciudad de Miami, el economista Guillermo Nielsen aseguró que ya está trabajando con los tenedores de deuda y que la decisión de Alberto Fernández es iniciar el camino de la reestructuración "lo antes posible".

A lo largo de su conferencia, quedó claro que el asesor de nuevo presidente electo jugará un rol preponderante en la próxima negociación con los acreedores. De hecho, se lo menciona tanto para encabezar un eventual ministerio de Economía como para el área de Finanzas.

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"Vamos a tener vencimientos por aproximadamente 15.000 millones entre ahora y mayo de 2020. Esto nunca pasó en la Argentina. Es el primer camión que se nos viene encima", afirmó en referencia a la deuda con legislación local en pesos, inexistente en la crisis del 2002.

Otra de las diferencias que destacó con la pasada reestructuración fue la ausencia de tenedores minoristas en la actualidad. "Será una negociación entre profesionales. En la otra había medio millón de tenedores de bonos en Italia, 40.000 en Japón, en Alemania, en Austria, en Suiza", subrayó en su disertación que tuvo lugar la semana pasada, pero que el propio Nielsen compartió vía Twitter este viernes.

"Hay sectores regulados institucionales que tienen incluso matices en sus posiciones y hay ahí sí, hay algunos minoristas. Esta es la urgencia. Es complejo pero estamos tratando de llegar a la solución lo antes posible. Esa es la primera que tenemos que solucionar", agregó.

Respecto a la herencia a recibir, detalló el bajo nivel de reservas y el alto déficit fiscal que "habrá que manejar con mucha muñeca". "El gobierno nos deja una expansión de pesos muy importante", dijo.

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Por otro lado, criticó la política monetaria de Guido Sandleris de tasas altas y calificó como una "ficción ideológica" la supuesta independencia del Banco Central.

"La tasa real positiva no es abundante en la economía argentina. Un año de tasa real positiva fue 1969. Algunos años en la Convertibilidad, pero ninguno con la exuberancia de estos años que destruyó la producción. No hay tasa alta que neutralice la falta de confianza en gestión económica. Es lo que vimos en estos dos años", dijo.

"Claramente cuando uno está en un programa con el FMI no existe un Banco Central independiente. En esto quiero ser categórico. Es una ficción ideológica", agregó.