Alberto Fernández volvió a Córdoba y le sumó un nuevo capÃtulo a la novela de enredos con Juan Schiaretti, a quien le reprochó públicamente su "neutralidad" en las elecciones aunque luego tuvo que bajar el tono tras una larga reunión a solas, que el candidato calificó como "muy buena".
El ex jefe de Gabinete viajó a Córdoba para participar de una misa en homenaje a José Manuel de la Sota, a un año de su muerte, a la que también asistieron Schiaretti, Sergio Massa, José Luis Gioja, Wado de Pedro y Carlos Caserio, entre otros dirigentes peronistas. Fernández y el gobernador tuvieron allà su primer contacto del dÃa, con un abrazo para la foto.
Pero la novela habÃa empezado un rato antes cuando el candidato del Frente de Todos brindó una entrevista al diario La Voz y fue muy duro con Schiaretti, marcando una clara diferencia con el tono de sus visitas anteriores a Córdoba cuando se esforzaba por tender puentes. Claro que en el medio sacó casi 50 puntos en las PASO.
"La verdad es que no lo necesito a Schiaretti", dijo consultado sobre si busca su apoyo para las elecciones. "Muchos gobernadores son tan importantes para mÃ, porque ellos me están ayudando. Pero una cosa es que me ayuden a construir una Argentina y otra es que los necesite para una elección. Para una elección no necesito a nadie. Porque yo tengo que hablarles a los ciudadanos. Y es mi responsabilidad conseguir los votos. En esos términos, no lo necesito a Schiaretti, asà como no necesito a ningún gobernador", se explayó
"Ahora... hay un montón de gobernadores, con la excepción del Gringo, que creen en un paÃs y que están comprometidos en la construcción de ese modelo de paÃs. Y yo valoro mucho a esos gobernadores. Pero parece que Schiaretti piensa que da lo mismo cualquier paÃs. Que da lo mismo el paÃs que propone Macri o el paÃs que proponemos nosotros", le marcó la cancha Fernández. "Si él cree que Macri es mejor, que lo diga y lo acompañe", disparó.
Tras las duras declaraciones, Alberto y Schiaretti se cruzaron en la misa y acordaron un encuentro posterior. Aquà también se vio la diferencia respecto a las anteriores visitas de Fernández: esta vez fue el gobernador el que se dirigió hacia el hotel donde se hospedó el candidato.
La reunión duró algo más de una hora y Fernández la calificó como "muy linda". Aunque mantuvo sus crÃticas a la neutralidad, Alberto bajó considerablemente el tono en una entrevista posterior. "Para mà es importante hablar con el Gringo, porque es alguien con mucha experiencia. Somos amigos de hace muchos años", le dijo a C5N.
"Él ha dicho siempre que va a trabajar con quien sea presidente y me da mucha tranquilidad que eventualmente trabajemos juntos", elogió. "Me dijo que estaba muy de acuerdo con la idea de pacto social que estoy promoviendo. Él también ve un problema en el nivel de concentración de la economÃa. No tenemos una mirada muy diferente sobre lo que nos pasa y cómo encarar el futuro", aseguró Alberto, que también intentó explicar las frases que dijo por la tarde.
"No espero de él ni de ningún gobernador que induzca a su gente a votarme, porque el voto de los argentinos es propiedad de los argentinos. Lo que sà quiero es ver qué paÃs queremos. A mà me importan mucho los gobernadores porque necesito de ellos para construir el paÃs que quiero construir", indicó.
"Lo que me cuesta entender del Gringo es que con su actitud alguien puede entender que le da lo mismo el paÃs que propone Macri que el que yo propongo. Pero cuando hablo con él me doy cuenta que no tenemos diferencias sobre el paÃs que yo propongo y me parece que debe tener muchas diferencias con el que propone Macri", cerró.
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Sigo creyendo que hay que valorar la honestidad. Porque se puede construir sobre ella.
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