La Cámara de Diputados de Brasil finalmente aprobó la tan ansiada reforma previsional, que ahora será girada al Senado para su tratamiento, donde también necesitará ser ratificada en dos votaciones.

El amplio respaldo legislativo al proyecto, que contó con el acompañamiento de 370 diputados -9 menos que en el primer turno, pero 62 más que el mínimo requerido para su sanción-, refleja el éxito de las negociaciones de los operadores del gobierno Bolsonaro, que ahora sí parece haber formado una sólida coalición parlamentaria para avanzar con las leyes estructurales que pide el mercado.

Tras una primera etapa donde se negaban al clásico intercambio de favores del Congreso brasileño, los interlocutores del Planalto comenzaron a ofrecer todo tipo de cargos públicos y recursos para obras de infraestructura en aquellos distritos de los legisladores que acompañen la iniciativa oficial.

De esta manera, en pocos meses el clima se modificó totalmente y ahora el optimismo es tal que no sólo se proyecta su sanción definitiva en el Senado para fines de Septiembre, sino que el equipo de Guedes ya comenzó a trabajar en la reforma tributaria, la segunda máxima prioridad del ministro ultraliberal que implicará una unificación y reducción de impuestos.

Planalto

Este progreso en la agenda gubernamental fue celebrado por el mercado que abrió con un alza del 0,70%. Por su parte, Guedes agradeció expresamente "el excelente trabajo de coordinación de Rodrigo Maia" -el líder de la Cámara- y afirmó tener "la mejor expectativa posible en relación a la votación del Senado".

La reforma previsional de Bolsonaro fue aprobada en comisión y anticipan inversiones para la región

Otro de los que felicitó al Congreso brasilero fue el Secretario de Comercio de los Estados Unidos Wibur Ross, quien en su última visita a la Argentina no se ahorró elogios a Bolsonaro y preguntó por qué Macri en cuatro años no logró ningún cambio estructural.

Se trata del mayor triunfo político en lo que va de este Gobierno, que desde el primer día se fijó como principal objetivo la sanción de esta ley, debido a la "bomba fiscal" que anticipaban de mantenerse el actual régimen de contribución.

De ser aprobado por la Cámara Alta, la edad mínima de jubilación pasará a 65 años para los hombres y 62 para las mujeres, límite que actualmente no existe. Además, se requerirán 40 años de aportes en el caso de los hombres y de 35 para las mujeres para cobrar el haber pleno o 20 y 15 años respectivamente para adquirir una jubilación parcial.

En la versión original de Guedes, el proyecto estimaba un ahorro de casi 300.000 millones de dólares en diez años, pero tras al tener que ceder en varios puntos, este importe terminó reducido a unos 235.000 millones.

Sin embargo, hay muchos que desconfían de las supuestas mejoras económicas que brindarán estos proyectos. "No necesariamente llevará a la reactivación de la economía, esto en Brasil nos hace acordar mucho a la lluvia de inversiones que prometía Macri y nunca llegó. El principal problema de la economía hoy pasa por el alto desempleo que ronda el 13%, el bajo nivel de consumo y el alto endeudamiento de las familias que abarca al 60% de los brasileros. Hay una necesidad de estimular a la demanda que incluso Guedes reconoce", aseguró a este medio el analista político brasileño Marco Bastos.