El macrismo busca impedir que la discusión por el aborto divida a su propia base de dirigentes y militantes en la campaña y analiza alternativas para moderar los discursos de los verdes y celestes.

El tema del aborto atravesó el cierre de listas de una manera inédita en el PRO. En la Ciudad, Martín Lousteau, el candidato a senador de Juntos por el Cambio, vetó a una serie de dirigentes que ofrecía el PRO porque estaban muy identificadas con el movimiento "provida". El PRO hizo equilibrio al darle el segundo lugar de la boleta de diputados nacionales a Victoria Morales Gorleri, una activa militante contra el aborto, de estrecha relación con el Papa Francisco.

También intercaló pañuelos con los referentes de la juventud que siempre promueve en las listas: ubicó a la verde Camila Crescimbeni, presidenta de Jóvenes PRO en un lugar auspicioso en la boleta bonaerense y al mismo tiempo le dio un lugar a la evangelista Dina Rezinovsky en la Capital.

Macri recibió a Granata preocupado por el voto celeste

En otros distritos, la Rosada practicó el mismo equilibrio para confeccionar las listas. En Entre Ríos puso a la radical Gabriela Lena, a favor del aborto, en el primer lugar de la boleta de diputados nacionales, secundada por el evangélico Gustavo Hein.

 Dina Rezinovsky y Camila Crescimbeni. 

El caso paradigmático se produjo con el diputado nacional por la provincia, Daniel Lipovetzky, uno de los máximos referentes verdes en el oficialismo, que fue vetado de la lista y enviado a una lejana boleta en la séptima sección bonaerense en la que tiene escasas chances de éxito. Lipovetzky no se quedó callado y atribuye públicamente su desplazamiento a su postura militante a favor del aborto.

Macri dejó afuera a Lipovetzky y enfureció a los verdes

Ese no fue el único gesto reciente de Macri hacia los celestes: el mismo día en que se filtró el veto a Lipovetzky el presidente recibió en Olivos a Amalia Granata, que salió tercera en Santa Fe con una lista integrada sólo por candidatos provida. Aún se espera una reacción del bando verde del oficialismo.

En el PRO hay una decisión de sujetar a los grupos muy combativos, tanto del bando de los verdes como de los celestes.

Por eso se pensó en el "grupo turquesa" para moderar a ambas facciones en la campaña. Aunque a primera vista el turquesa tiene una cierta similitud cromática con el celeste, objetivamente se obtiene de la mezcla entre el color verde y el azul.