La máxima autoridad monetaria de los Estados Unidos tomó la decisión más cómoda. Evitó quedar alineada a las órdenes de Trump, pero tampoco lo desafió explícitamente al mantener sin cambios la tasa de interés y dejar la puerta abierta a una rebaja a corto plazo.

El Comité Federal de Mercado Abierto de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) dejó dicho rango objetivo entre el 2,25% y 2,50%, aunque se mostró preocupado por los pronósticos recesivos.

"Ha aumentado la incertidumbre del panorama y se actuará en forma apropiada para sostener la expansión económica", indicó la entidad dirigida por Jerome Powell, que tuvo un voto disidente que propuso una baja inmediata en línea con la Casa Blanca.

La relación entre Trump y Powell viene atravesando un importante nivel de tensión desde hace varios meses. En más de una oportunidad se ha mostrado arrepentido de nombrarlo como reemplazante de Janet Yellen y hasta llegó a insinuar la posibilidad de desplazarlo. Ayer a última hora este rumor cobraba fuerzas por la filtración de averiguaciones de parte de Trump a sus funcionarios sobre el curso de acción preferible para sacar a Powell de la Fed.

Trump se anticipa a una guerra de monedas con China y amenaza con bajar la tasa

El pico del conflicto sucedió en diciembre del año pasado cuando en pleno enfriamiento de la economía la Fed aplicó la última suba. Luego, tras la furia del mandatario republicano, anunció que no habría ningún otro incremento hasta 2020, lo que distendió la situación junto al repunte de la actividad que en el primer trimestre avanzó un 3,2%, revirtiendo las tendencias de desaceleración.

Sin embargo, la presión del Poder Ejecutivo retornó esta semana cuando el presidente del Banco Central Europeo Mario Draghi sugirió que podría aplicar una política monetaria más expansiva. Trump considera que tanto Europa como China están devaluando sus monedas para mitigar los efectos de los nuevos aranceles y una baja en la tasa de interés por parte de la Fed amortiguaría el impacto en la economía estadounidense.

"China inyectará dinero en su sistema y probablemente reducirá las tasas de interés, como siempre, para compensar el negocio que están y estarán perdiendo. Si la Reserva Federal alguna vez hizo un "match", sería "game over", ¡nosotros ganamos!", argumentó vía Twitter.

Ante este escenario, el mercado proyecta que probablemente en la próxima reunión, el comité acceda a los deseos del neoyorquino y reduzca la tasa ya que las perspectivas de crecimiento global no son las mejores y tarde o temprano afectarán los buenos números económicos que viene mostrando la administración republicana justo cuando está por comenzar la campaña de las próximas elecciones presidenciales.

Desde Reuters, aseguraron que a la vista de la curva de futuros de las Letras del Tesoro, la probabilidad de que la baja sea de 25 puntos básicos es del 87% y el 13% restante de que sea de 50%. Lo que es seguro es que los títulos ya dan por descontado al 100% que en la próxima reunión de la Fed a fines de julio, la tasa de interés bajará.

El Banco Central de Brasil imita a la Fed y mantiene la tasa

Confirmado este escenario, el Banco Central de Brasil resolvió al igual que la Fed sostener su tasa de interés de referencia, la tasa Selic, en el mismo nivel. Desde la segunda revisión de 2018 se ubica en 6,5%.

Entre las razones para no modificar la tasa a la baja, el Directorio enfatizó que la inflación esperada en Brasil sigue por debajo de la meta, aunque remarcó que estas expectativas asumen que Bolsonaro podrá aprobar su agenda de reformas económicas en el Congreso; mientras que entre las razones para no subirla destacó el parate en la recuperación económica que se observó en los últimos trimestres.

"El panorama global se ha vuelto menos desafiante, gracias a  los cambios en las prospectivas de la política monetaria de las principales economías. Aun así, el riesgo de desaceleración del crecimiento mundial subsiste", consideró el Banco Central brasileño.