Luego de la euforia del mercado por el triunfo de Bolsonaro, poco a poco comienzan a reducirse las proyecciones de crecimiento del principal socio comercial argentino, lo que representa un nuevo escollo al desempeño de la economÃa local.
De acuerdo a lo estimado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el PBI brasileño presentará un avance de solo el 1,9% durante este año, es decir, un 0,2% menos que lo reportado en la última medición.
Por su parte, el boletÃn Focus que realiza el Banco Central del paÃs vecino recopilando las opiniones del mercado -el equivalente al REM argentino-, presentó el mismo comportamiento al reducir las expectativas de un 2,46% al 2,3%. Se trata del recorte más importante en casi nueve meses, fecha en la cual los economistas afirmaban que la economÃa crecerÃa un 3% en el 2019.
Este pesimismo empezó a tomar forma tras los últimos datos oficiales que marcaron un tenue crecimiento del PBI del 1,1% para el 2018. A su vez, en el último trimestre del año la suba fue de solo el 0,1% frente al trimestre anterior, lo que implica un arrastre muy débil para el inicio de este año.
El dato fue menor al esperado y demuestra el difÃcil momento de la principal economÃa sudamericana que continúa con un nivel de actividad relativamente estancado. El mismo todavÃa se encuentra lejos del registrado en 2014, ya que en 2015 y 2016 sufrió una de las recesiones más importantes de su historia -con la crisis del Lavajato de por medio- y acumuló una caÃda del 7%.
Si bien la OCDE mantuvo sus estimaciones en relación al desempeño argentino (1,5%), la noticia causa una gran preocupación en las autoridades locales, dada la estrecha vinculación entre ambas economÃas.
Según las estimaciones del ministro de Producción y Trabajo Dante Sica, por cada punto de avance del paÃs vecino, la economÃa local crece un 0,25%, por lo tanto un mayor dinamismo brasilero es fundamental para traer cierto alivio en medio de esta crisis que ya provocó una retracción del PBI del 2,6% el último año.
Como agravante, uno de los sectores más golpeados serÃa el aparato industrial que está transitando una de las crisis más severas de los últimos tiempos por la destrucción del mercado interno.
A su vez, el pobre dinamismo brasileño golpearÃa fuertemente a las exportaciones del sector fabril argentino, que ya están siendo afectadas por la aplicación de las retenciones. Por ejemplo, en enero las ventas externas de las manufacturas de origen industrial (MOI) cayeron un 24,3%.
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