La posibilidad de un acuerdo entre el gobernador de Chubut, Mariano Arcioni, y el kirchnerismo para competir juntos en las elecciones de la provincia quedará definitivamente en el olvido este miércoles cuando se presenten por separado los frentes para las primarias del próximo 7 de abril y las generales el 9 de junio.

El último intento para llegar a buen puerto en las negociaciones lo hizo la propia Cristina Kirchner cuando le pidió a uno de sus referentes en la provincia, Carlos Linares, que haga un esfuerzo para "estar todos juntos". Pero el propio intendente de Comodoro Rivadavia no estaba convencido y terminó avisándole por los medios que era "casi imposible".

La principal traba a un acuerdo fue que Arcioni, cercano a Sergio Massa, se negó rotundamente a unificar la elección provincial con la nacional, como le exigió el kirchnerismo. Sin ese gesto, tampoco se avanzó en el mecanismo para definir las candidaturas (mediante las PASO o imponiendo la Ley de Lemas), aunque hasta último momento nadie se animaba a descartar un acuerdo. Sin postergación del límite para presentar los frentes (este miércoles a las 23.59), el acuerdo se cayó.

Cristina pidió cerrar un acuerdo con Arcioni, aunque lo ven "casi imposible"

El fin de semana Arcioni volvió a hacer un intento de seducción al peronismo invitándolo a competir en una primaria, pero no hubo caso. "Las PASO resultan un mecanismo válido para la legitimación de un candidato dentro de un frente electoral con distintos actores. Son el lugar indicado para dirimir cualquier tipo de diferencias", declaró.

Arcioni no aceptó el cambio de fechas por dos motivos: en la elección nacional no tendría un candidato nacional fuerte como sus competidores (Cristina para el kirchnerismo local y Macri para Cambiemos) y el adelantamiento además le da cierta ventaja respecto al FPV, con una interna mucho más desordenada.

Cristina bajó la orden de cerrar un acuerdo en la provincia porque considera posible que la división del peronismo habilite un triunfo del diputado Gustavo Menna, en una elección que se avecina de tercios. Además, lo consideraba una prueba piloto para cerrar un acuerdo con Massa en Buenos Aires o a nivel nacional.

Las encuestas que circulan en la provincia muestran paridad entre Arcioni y Menna (un radical de buen vínculo con la Rosada), con uno o dos puntos arriba según quien la difunda. LPO accedió a números de una consultora nacional que daba unos veinte puntos de ventaja al gobernador, pero fuentes chubutenses dijeron que está lejos de la realidad. Con sus distintos candidatos, el FPV se arrimaría al restante "tercio".

Linares con Arcioni, cuando el acuerdo parecía cerca

El problema para el kirchnerismo es que lejos está de tener orden interno. El ex vicegobernador Gustavo Mac Karthy es el más firme candidato, aparentemente el que mejor mide y con una estructura armada. Linares, en tanto, duda entre lanzarse o poner al vice en una fórmula con Mac Karthy. En los últimos días, hubo un operativo clamor para postular al comodorense, que todavía no se define. Las listas cierran el 16 de febrero.  El tercer aspirante es el intendente de 28 de Julio, Omar Burgoa.

En los últimos días Mac Karthy y Linares se dedicaron a seducir al intendente de Trelew, Adrián Maderna (un peronista sin espacio definido), para que apoye a la lista del PJ-FPV. Lo mismo hizo por su lado Arcioni, que habría tenido el resultado más exitoso ofreciéndole lugares en las listas de diputados provinciales y nacionales, además de cargos en el gobierno.

Una pieza que todavía queda suelta en la provincia es la de los hijos de Mario Das Neves, que se alejaron de la estructura del partido Chusoto que fundó su padre y ahora lidera Arcioni. El fallecido ex gobernador sigue siendo el político más valorado en la provincia y sus hijos todavía no definieron a quién apoyarán en las elecciones, un respaldo que podría cotizar en una pelea pareja.