Emilio Monzó hizo circular esta tarde la propuesta formal para renovar al macrista Pablo Tonelli y el radical Mario Negri como representantes del Consejo de la Magistratura, con la seguridad de haberle ganado el mano a mano al kirchnerismo en la búsqueda de aliados.

Pero lejos de encontrar la paz, se abrió la disputa por las suplencias, que ganan valor si algún consejero termina su mandato y debe reemplazase rápido.

Diego Mestre intentó juntar votos radicales para desplazar a Negri, no pudo y se contenta con ser su suplente, pero no está sólo: el santafesino Albor Cantard le pulsea ese lugar.

Ambos tienen mandato hasta 2021, mientras que a Negri se le vence el año que viene y si es candidato a gobernador, como pretende, no podría renovar. Su silla vale mucho y por eso los radicales evalúan ocuparla con un diputado que tampoco tengan chances de renovar en 2019 para no tener que apurar una definición. 

Monzó confía en llegar a la mayoría con la abstención de peronistas federales. Mestre y Cantard quieren ser suplentes para asumir en 2021.  

El PRO le cedió la suplencia a la Coalición Cívica, que la dejó en manos de Juan Manuel López, el jefe de bloque. Confían en que Tonelli será reelecto el año próximo y el lilito nunca pise las reuniones de los jueves.

Como anticipó LPO, Monzó confía en imponerse como mayoría con una ayuda tácita de Argentina Federal, el bloque de los gobernadores. Consiste en no firmar el documento del FpV y el resto de la oposición e impedirle una mayoría propia capaz de reclamar dos consejeros.

El kirchnerismo ofrece esa jugada hace un mes y no pide nada más que renovar su consejero, que ahora es Rodolfo Tahilade y podría ser Eduardo "Wado" De Pedro, que es el encargado de juntar los votos con el resto de la oposición. 

Juan Carlos Casas.

Pero algunos federales prefieren resignar un lugar en la Magistratura si el costo es aparecer pegados a la ex presidenta en un tema tan sensible. No todos: la abstención la militan salteños, entrerrianos y cordobeses y los cinco misioneros, que podrían firmar el documento de Cambiemos. Alcanzan para que el kirchnerismo caiga derrotado, aunque sus referentes seguían esta tarde con esperanzas de imponerse.

Confian en algunos bloques provinciales, el massismo, pero no les sería sencillo alcanzar a los 119 diputados que Monzó asegura tener bajo la manga.

Suma los 108 de Cambiemos, los 3 de Martín Lousteau, los 5 de Misiones, Alma Sapag (Neuquén) y José Luis Ramón, el mendocino del Partido Intransigente que parece haberse convertido en un aliado estratégico del Gobierno. 

Si bien hay tiempo hasta el viernes para presentar los consejeros elegidos, que juran el martes en la Corte, Monzó lo enviará el jueves y esperará la carta del kirchnerismo para contar las firmas. Cree que no pueden ganarle.