Dos días antes de la elección, un pequeño grupo de colaboradores de Andrés Manuel López Obrador organizó una catarata de apoyos -en su gran mayoría, por las redes sociales- de líderes progresistas de todos el mundo. La idea era mostrar que López Obrador era valorado en diversos puntos del globo.

Entre esos mensajes de acompañamiento, se anotaron el colombiano Gustavo Petro, el ecuatoriano Rafael Correa, el español Pablo Iglesias y el francés Jean-Luc Mélenchon. También Cristina Kirchner, que incluso envío a hombres de su confianza para colaborar en el proceso de fiscalización de las casillas a México. 

Quienes conocen este vinculo aseguran que López Obrador invitó a la ex presidente de Argentina para que participe de su asunción. El embajador argentino en México, Ezequiel Sabor, afirmó a LPO que "no es verdad que López Obrador haya invitado a la ex presidenta a su asunción, lo que ocurrió es que gente de su equipo la invitó a la fiesta popular que se realizará en el Zocalo".

En su momento, Cristina Kirchner no estaba convencida de viajar por el fuerte operativo de seguridad que implicaría. Pero en las últimas horas ese panorama cambió. "Hoy decimos que viaja en un 90%", confirmaron a LPO. La primicia del viaje fue anunciada por el periodista y escritor Jorge Asís.

Cristina Kirchner se suma así a otros líderes que confirmaron su presencia, como Nicolás Maduro, Iván Duque, de Colombia; Evo Morales, de Bolivia; así como Kim Yong Nam, Presidente de la Asamblea de la República Popular Democrática de Corea del Norte.

La presencia de Maduro y Kim Yong Nam generó revuelo, sobre todo por la inquietud de la presencia de Mike Pence, vicepresidente de EU, y del Rey de España, Felipe VI.

Por su parte, el presdente Macri -uno de los primeros en conversar telefónicamente con AMLO tras el anuncio de su victoria- no podrá estar en la asunción porque coincide con la Cumbre del G20 que casualmente se organiza en la Ciudad de Buenos Aires.

De hecho, Donald Trump, Justin Trudeau y el propio Peña Nieto intentan realizar una firma simbólica del T-MEC el 30 de noviembre, con los tres mandatarios en Buenos Aires. Peña Nieto debería regresar de forma acelerada a la Ciudad de México, en lo que acaso sería el último vuelo del nuevo avión presidencial.