A las 6 de la mañana, con 19 horas de sesión encima, Cambiemos estuvo cerca de aprobar la ley para gravar a los jueces con el impuesto a las Ganancias y quitarle un privilegio único, pero no se animó.

El proyecto es del radical Luis Borsani, pero como explicó LPO, Mauricio Macri prefirió cajonearlo hasta nuevo aviso para no pelearse con los jueces a fin de año.

Golpeados por ser los artífices del quórum, los puntanos encontraron una forma de reivindicarse y cuando se trataba el proyecto para ajustar balances por inflación, Karim Alume Sbodio, leal a los Rodríguez Saá, propuso sumar un artículo para gravar con Ganancias a los jueces, tomando como referencia la letra fina de Borsani.

En Cambiemos perdieron la brújula: los radicales pedían por lo bajo aceptar la propuesta y sólo algunos precavidos recordaron que si se modificaba la ley, el Senado podía rechazarla y se trata de un instrumento para recaudar 10 mil millones de pesos. No era momento de arriesgar.

Pero Nicolás Massot, jefe del PRO, no le esquivó al bulto: aseguró que el bloque oficialista está de acuerdo en cobrarle impuestos a los jueces y pidió apartarse del reglamento para votar ahí mismo el proyecto de su compañero radical.

Pablo Kosiner, jefe de Argentina Federal, recordó que tiene un proyecto para eliminar la acordada de la Corte Suprema que prohíbe intimar a los magistrados a pagarle a la AFIP.

Pero varios de sus compañeros de bloque abandonaban el recinto y Alejandra Vigo, esposa del gobernador de Córdoba Juan Schiaretti, se animó a sugerir que se dejara para otro momento el debate porque el tema no estaba previsto en el orden del día.

Macri desautorizó a la UCR y frenó la ley para que los jueces paguen Ganancias

"Debe haber pocos proyectos con tantos consensos como este. No nos dejemos influir con lobbys", respondió el radical José Riccardo, que no quería perder el duelo local de republicanismo. El massista Marco Lavagna recordó que el proyecto radical grava a los empleados judiciales de las provincias y puede golpear las finanzas de los gobernadores, una advertencia que hizo Miguel Pichetto en IDEA.

Exhausto, Emilio Monzó miraba a sus dirigidos sin entender donde estaban yendo, pidió un cuarto intermedio fugaz y Massot volvió sobre sus pasos. "Queremos dejar claro que estamos de acuerdo con el proyecto, pero haciendo honor a los acuerdos pedimos preferencia para tratarlo esta semana en comisión", prometió el jefe del PRO y no todos sus pares asintieron.

"Lamento que diputados hablen de la equidad y no tengan la audacia de innovar", se molestó Carla Carrizo, aliada de Martín Lousteau. El debate seguirá. Aunque incomoda a casi todos.