El ex presidente de Honduras, Manuel Zelaya, expulsado del Gobierno por un golpe militar en 2009, estaría detrás de la más reciente caravana migrante de 2 mil hondureños que se dirige rumbo a Estados Unidos, en una maniobra orquestada con el régimen del venezolano Nicolás Maduro, para desestabilizar a Donald Trump.

En entrevista con CNN en Español el ex mandatario calificó las versiones de "falacias" y dijo que se trataba de un movimiento social histórico y legítimo. "Es un problema político. Es una forma de distraer del verdadero problema y una forma arbitraria del Gobierno de no querer reconocer los problemas internos que está sufriendo la población".

Fuentes diplomáticas de alto nivel en la región informaron a LPO que las sospechas no se limitan al Gobierno hondureño. También funcionarios en Guatemala sospechan de la mano de Zelaya.

El ex mandatario dijo que no se trataba sólo de una caravana, sino múltiples grupos que estaban saliendo de diferentes puntos del país. "Están saliendo de Honduras demandando empleo, trabajo. ¿Qué delito, preguntó yo al mundo entero, qué delito es buscar un empleo para sostener a sus hijos y a su familia? El Gobierno lo único que hace aquí es represión. Hambre y represión. Es un presidente que no es legítimo. Por eso vemos este fenómeno aumentar".

Según las fuentes, el cerebro detrás de la caravana es Bartolo Fuentes, un activista ex legislador hondureño del Partido Libertad y Refundación, fundado en 2011 por Zelaya. Fuentes fue detenido el martes pasado por autoridades guatemaltecas cuando cruzó la frontera sin autorización.

El movimiento político del ex mandatario, con su esposa como abanderada, fracasó en 2013 y 2017 en las urnas, aunque se negaron a aceptar los resultados de la elección y la calificaron de fraudulenta.

La caravana desató un conflicto diplomático entre Trump y el gobierno mexicano, a tal punto que este viernes viajará a México el canciller estadounidense Mike Pompeo para discutir con el Gobierno de Peña Nieto las opciones para detener la caravana. Las leyes mexicanas reconocen el derecho a la migración y al libre tránsito, y de hecho el gobernador interino de Chiapas, Manuel Velasco, aseguró que los migrantes tendrán libre acceso por el estado sureño.

"Nosotros tenemos una política de absoluto respeto hacia los migrantes, de sus derechos humanos. Nosotros vamos a apoyar a los migrantes en todo lo que podamos, para eso hay una Fiscalía Especializada para la Atención de los Migrantes para que cualquier delito o falta que se cometa en contra de ellos. Nosotros vamos a apoyar, como siempre lo hemos hecho desde el inicio de nuestra administración", dijo Velasco.

Mientras tanto, el canciller Luis Videgaray ya solicitó ayuda a Naciones Unidas para atender las solicitudes de asilo de potenciales refugiados. Según dijo, la intención era atender la crisis en coordinación con los Gobiernos de Honduras, Guatemala y El Salvador.

"Esta medida tiene como objetivo contribuir a una solución de carácter humanitario, apegada al marco legal, respetuosa de los derechos humanos, transparente y con el concurso de la comunidad internacional, a través de las instancias correspondientes de la Organización de las Naciones Unidas".

Interna en la Casa Blanca

Este jueves The Wall Street Journal reveló un conflicto en la Casa Blanca entre el asesor de Seguridad Nacional John Bolton y el jefe de gabinete John Kelly por la situación en la frontera con México. Según la corresponsal en Washington del matutino, Rebeca Ballhaus, el conflicto estalló porque Bolton dijo que se había incrementado el flujo de inmigrantes que atraviesan la frontera en el pasado mes de agosto. El consejero fue muy duro contra Kirjsten Nielsen, secretaria de Seguridad Interior y una aliada incondicional de Kelly.

El reporte dice que en lo que va del año ya 90 mil migrantes fueron detenidos en la frontera lo cual implica un crecimiento del 27% respecto a 2017. Esto explica las advertencias de Trump de los últimos días y el pedido a México de detener la caravana migrante que va hacia la frontera.

México es una cuestión muy sensible en la Casa Blanca. Bolton es un halcón educado en una doctrina de defensa ultra dura y que tuvo su momento de mayor injerencia en el primer gobierno de George W. Bush. El asesor, según fuentes de la diplomacia mexicana, es quien alienta la idea de que México tiene un pésimo control de su frontera con Centroamérica que se combina con prácticas corruptas y unas fuerzas de seguridad fronteriza poco preparadas.

Para el canciller Videgaray el tema migrante es una encrucijada. México no puede consentir que circulen en su territorio inmigrantes indocumentados. Si los detiene y luego los deporta da la imagen de alineación total con los pedidos de Trump en Twitter. Si les da asilo y los instala en campamentos vendría una oleada aún mayor. Si se les da asilo, se abre la puerta a una oleada mundial de migrantes. Debe decirse: México nunca operó con demasiada profundidad la seguridad de la frontera sur porque siempre se descanso en la idea de que el límite era la frontera norte.

Kelly y Nielsen, que este año estuvo en México, tienen una visión más social del problema y, como han conversado con funcionarios mexicanos, entienden que las leyes del país no brindan herramientas para contener el flujo de migrantes. En esa visita el comisionado de Seguridad Nacional Renato Sales explicó que se habían incrementado las detenciones de personas con antecedentes penales en la frontera sur de México.

Kelly es un fuerte defensor de la idea de que EU tiene que trabajar en el desarrollo económico de los países Centroamericanos para evitar los flujos de migración ilegal. Bolton, en cambio, tiene una línea más expeditiva que es la de reforzar la frontera sur mexicana. De momento es Bolton quien genera mayor influencia en Trump.