El Gobierno logró dictamen favorable del decreto que elimina el fondo federal solidario de la soja (Fofeso), pero la oposición se acopló para rechazarlo y si repite la experiencia en ambas Cámaras del Congreso podría anularlo y engrosar el déficit fiscal de Mauricio Macri.

De esta manera, la sesión de la bicameral de trámite legislativo sólo sumó presión a la empantanada negociación con los gobernadores, que esta tarde fueron recibidos por el presidente. 

Por una maniobra de Emilio Monzó en enero, Cambiemos tiene mayoría en esta bicameral, pero es minoría los recintos y si la oposición se lo propone un DNU puede caer. Nunca ocurrió, pero Agustín Rossi, jefe del bloque K, anunció que intentará sesionar la semana que viene por este tema.  

Macri podrá seguir sin girar los fondos de la soja si el decreto no se rechaza en ambas Cámaras. Para evitarlo, deberá compensarlo en el presupuesto. 

Tanta fue la urgencia de Cambiemos por no perder el simbólico dictamen de mayoría que a último momento reemplazó a varios de sus diputados que no podía ir, como el mediático Fernando Iglesias, que ya venía molesto porque sus jefes no lo dejaban hablar para no complicar las tardes. 

La sesión terminó con un discurso a viva voz de Verónica Magario, intendente de La Matanza y presidenta de la Federación Argentina de Municipios (FAM), que presenció la sesión junto a colegas de la provincia pero no la dejaron exponer porque no había enviado una nota formal, como indica el reglamento.

"La gente está sufriendo, cada vez hay más recorte. A ustedes, que representan al pueblo argentino en su conjunto, les pedimos que lleven este tema al recinto", pidió la presidencia de la FAM, sin micrófono y parada en el medio del salón Ilía del Senado.

El fondo sojero se creó en 2009 con el 30% de la recaudación por retenciones a las exportaciones de soja, que se giraba a las provincias con la obligación de que compartieran al menos el mismo porcentaje con sus municipios y lo destinaran a obra pública.

Sólo entre lo que restaba recaudar este año y el próximo los gobernadores se perdieron más de 1000 millones de dólares y como las más golpeadas son sus comunas, hay mucha presión de intendentes a senadores y diputados sin pasar por las gobernaciones.

Cambiemos justificó la medida en que la coparticipación a las provincias aumentó desde que llegó Mauricio Macri, por la devolución de fondos que iban a la Anses y el pacto fiscal sancionado en diciembre.

"En 2009, las provincias recibían poco menos del 24% del total de la recaudación. Hoy el 35", se defendió el diputado macrista Pablo Tonelli.

Su par Gustavo Menna, radical y de Chubut, aseguró que su provincia resigna 400 millones de pesos por la eliminación del Fofeso pero sumó 2400 por el aumento de la coparticipación.

"Ese 15% iba para Anses, que financia el 80 por ciento de las jubilaciones del país. Ahora se lo queda Macri, Marcos Peña y Nicolás Dujovne", diferenció  Rossi, que fue a protestar con Magario y varios miembros de su bloque como Eduardo Wado de Pedro y José Luis Gioja. 

Toda la oposición que integra la bicameral firmó el dictamen de rechazo, incluso María Fiore Viñuales, una salteña cercana a Juan Manuel Urtubey considerada "moderada" por el oficialismo. El único ausente fue el diputado de Entre Ríos Juan José Bahilo, pero su coterránea Mayda Cresto pidió "dar marcha atrás" con el decreto en un comunicado.

"El aumento de la coparticipación del que hablan se licuó con la inflación. Lo que queda de esta medida es la pérdida de confianza. Distinto hubiera sido si lo planteaban en el presupuesto", se quejó la Fiore Viñuales.

Le dio pie a Máximo Kirchner, que se había mantenido en silencio. "Este fondo se mantiene a valores constantes porque no lo castiga la sacudida de precios provocada por el sistema financiero. Es cierto que surgió de la presión del peronismo en un momento de crisis. Otros, ante las crisis van a buscar cargos a Olivos", chicaneó.

A su lado, poco antes había sido mucho menos diplomática la senadora Anabel Fernández Sagasti, de La Cámpora. "El Gobierno está imponiendo el ajuste a las provincias y municipios, para trasladar el costo político de una crisis generada por el macrismo. Quieren pagar el endeudamiento con la calidad de vida de los argentinos. No hay brotes verdes: hay lluvia ácida".

El resto del peronismo federal también se expresó en contra, justo cuando sus gobernadores hacían números con Rogelio  Frigerio en el Consejo Federal de Inversiones. "Esto le quita previsibilidad al país", empezó el senador jujeño Guillermo Snopek. "Es una medida inconsulta, unilateral y dañina, con una mirada centralista", se quejó su par pampeano Daniel Lovera. "Las economías regionales fueron creciendo con esta medida", se lamentó la formoseña Teresa González, también del bloque de Miguel Pichetto.

"Muchos son federales acá pero en sus provincias son unitarios y gastaban este dinero en recursos corrientes o en plazos fijos. Es una medida de coyuntura, por la emergencia, cuando 20 de las 24 provincias no tienen déficit", le respondió su coterráneo Luis Naidenoff, senador de la UCR y presidente de la bicameral.

Cambiemos se llevó dos malas noticias: la misionera Magdalena Solari Quintana se acercó a pedir que siga el Fofeso y aclaró que los legisladores no son empleados directos de los gobernadores, justo cuando el Gobierno busca de aliado al jefe de su provincia, Hugo Passalacqua.

"¿Quién se va a hacer cargo de los contratos de obra pública en trámite? Si estas defendiendo el empleo privado en blanco, no podes hacer esto", protestó la senadora.

El gobernador de Santa Fe Miguel Lifschitz, uno de los pocos que no quiso ir a ver a Macri, no tiene socialistas en la Cámara alta pero igual se hizo sentir: la kircnerista María de los Ángeles Sacnun leyó cartas de protesta de los  senadores de su provincia y de la intendenta de Rosario, Mónica Fein.

"Vengo como legisladora de la provincia de Santa Fe a defender los recursos que le corresponden a mi provincia, a los municipios y comunas, porque eso es defender cabalmente los intereses de los santafesinos y santafesinas", señaló la compañera de Cristina.