"Nos vamos encaminando a una situación mucho más calma. No sólo en el mercado de cambios, sino también en relación a los bonos y a la bolsa", enfatizó el Presidente del Banco Central Luis Caputo en la 39° Conferencia del Instituto Argentino de Ejecutivos en Finanzas (IAEF).

En este sentido, destacó la tranquilidad cambiaria que lleva tres jornadas consecutivas de caída del dólar sin necesidad de intervención del Central.

Se trata de la primera aparición pública en mucho tiempo del titular de la máxima autoridad monetaria, que justamente fue muy criticado por no explicar la situación en plena crisis.

Respecto a la gran devaluación del peso y la inédita caída de los títulos financieros argentinos, Caputo los consideró una "exageración por parte del mercado que va a tender a corregir".

"Claramente hubo un shock externo, no fue un tema nuestro. Hasta que pasó esto había 3 o 4 emisiones de mercados emergentes por día. Hoy las contas con una mano. Esto a nosotros nos afectó más por nuestras vulnerabilidades internas y porque tuvimos también un shock interno como la sequía y el escándalo de los cuadernos", explicó.

A su vez, denunció que "hay jugadores del mercado jugando en contra" y que detrás de esto "puede haber cierta ingeniería financiera de gente que busca algo en particular", sumándose a las teorías que salió a difundir el macrismo acerca de desestabilizaciones manifiestas con un interés político.

En cuanto a su política de administración de valor de la moneda, manifestó estar en contra tanto de la libre flotación del dólar como de un ancla fija en un valor determinado y reconoció que la operatoria del Central está condicionada por el acuerdo con el FMI que "tiene muchas reglas con las que estamos comprometidos". No obstante, dejó en claro que "si hay que poner dólares sobre la mesa los vamos a poner".

Por otro lado, el titular de la máxima autoridad monetaria se comprometió a cerrar la expansión monetaria y terminar con el déficit fiscal, que según él son las razones que explican la inflación actual.

A su vez, pronosticó un déficit de cuenta corriente por debajo del 1,7% para el 2019 y un pronto regreso al financiamiento externo dado que "afuera siguen confiando en Argentina y en el presidente Macri".

Finalmente, anticipó que en su reunión en Basilea con los principales banqueros centrales del mundo, propondrá que los bancos centrales de países desarrollados puedan diversificar un monto chico de alrededor del 2% de sus reservas en bonos de países emergentes como la Argentina.