El Senado aprobó por unanimidad los allanamientos a los domicilios de Cristina Kirchner en el marco de la causa de los cuadernos pero no concedió ninguna de sus exigencias presentadas ayer, por resistencia de Cambiemos y de un sector del bloque Justicialista liderado por Miguel Pichetto.

"Vamos a votar el dictamen como salió", anunció el rionegrino, tras un fuerte y sustancioso debate con la ex presidenta que obligó a una intervención de Gabriela Michetti. 

La vicepresidenta informará este jueves oficialmente al juez Claudio Bonadío la autorización para irrumpir en las propiedades de la senadora por Buenos Aires, que no tardarán en cubrirse de policías y peritos.  El dictamen fue aprobado hace 16 días con la firma de sólo tres opositores y cuando el magistrado aún no había especificado el motivo de los allanamientos, que recién remitió dos días después y minutos antes de una sesión convocada para tratarlo.

Esta reunión no tuvo quórum, tampoco otra convocada la semana pasada y para evitar una derrota, en la reunión de labor parlamentaria de ayer Marcelo Fuentes, jefe del bloque de Cristina, informó a sus pares de otras bancadas que aceptarían los allanamientos pero con una serie de requisitos.

Cristina quería que las autorización de los allanamientos tenga restricciones específicas, como no filmar ni sustraer objetos. Cambiemos y parte del PJ se lo negaron. 

Los principales eran no filmar sus propiedades, no romperlas ni sustraer objetos personales y que haya un senador como veedor.  "Cuando pido a mis colegas que no haya registros fílmicos es porque sé que después, invariablemente, salen en todos los programas de televisión. Tengo derecho, me parece, a querer resguardar esto", explicó la ex jefa de Estado en la sesión y recordó que ya hubo allanamientos en el Senado con legisladores de escoltas.  

Adolfo Rodríguez Saá y Fuentes aseguraron que en la reunión de labor la única voz en contra a esos planteos fue la de Ángel Rozas, de la UCR, pero el justicialismo volvió a dividirse en torno a su ex líder tras una intensa reunión de bloque previa a la sesión.

"La legisladora que conocí no votó la ley de fueros. Nos hubiera hecho un favor si permitía los allanamientos y hasta le hubiera convenido para su defensa", le recriminó Pichetto. Insistió en que las condiciones exigidas ya están contempladas en el artículo 2 del dictamen, que obliga a Bonadío a manejarse con "prudencia, decoro y respeto a las garantías", pero sin especificidades.

Fuentes no se rindió, intentó modificarlo pero perdió la votación 47 a 20, tras una confusa discusión reglamentaria con Michetti que desorientó a al menos cinco senadores justicialistas que se habían comprometido a obedecer al neuquino y no lo hicieron. Serían los formoseños José Mayans y Teresa González, el sanjuanino José Uñac y la misionera Magdalena Solari Quintana, que protestó después de la votación. 

Además de los 9 de su bloque, en el tablero respaldaron a Cristina en su reclamo Adolfo Rodríguez Saá, los progresistas Magdalena Odarda y Fernando "Pino" Solanas y sólo 8 justicialistas: la sanjuanina Cristina López Valverde, los fueguinos Julio Catalán Magni y José "Nato" Ojeda, el santafesino Omar Perotti, el chubutense Mario Pais, la catamarqueña Inés Blas y los tucumanos Beatiz Mirkin y José Alperovich.

Cristina dijo que la quieren proscribir como a Lula y tuvo un elecrtizante cruce con Pichetto
Curioso: Perotti y País estuvieron entre los 8 justicialistas que fueron a las frustradas sesiones para habilitar los allanamientos. "Si algo faltaba para consagrar la persecución política y el uso del Poder Judicial era esta causa. Ustedes creen que los que están hablando como arrepentidos están diciendo la verdad? ¿Ustedes creen realmente que la patria contratista y la cartelización de la obra pública empezó el 25 de mayo de 2003?", se preguntó la senadora, en un largo discurso de descargo poco antes de terminar la sesión.

Apuntó contra Ángelo Calcaterra, primo de Macri e imputado en la causa de los cuadernos; anunció que presentó un proyecto para auditar la obra pública durante su gestión ("Iguacel sólo informó la de Santa Cruz y mal", se quejó) y sugirió que Bonadío intenta encarcelarla para que no sea candidata presidencial. 

La sesión había empezado a las 14.30 horas con Cristina ya en su banca colaborando con el quórum, mientras los justicialistas aún seguían de reunión. Según supo LPO, hubo mucha catarsis por la eliminación del fondo sojero que golpea las financias de las provincias. 

"Los senadores debemos aproximarnos al mundo real; cuando hay que atenerse a la ley, no hay excusa para nadie. La sociedad nos reclama paridad, y creo que ningún senador teme ser igual a cualquiera", inició el debate el macrista Ernesto Martínez, a cargo de informar el dictamen de mayoría. El santacruceño Eduardo Costa y Estaban Bullirch fueron menos diplomáticos. 

Mayans denunció un fórum shopping para darle la causa a Bonadío y vinculó la denuncia a una caída de imagen de Macri. "En el momento que había un desplome muy fuerte del Gobierno salió este tema para contener la caída. Estamos hablando de lo que pasó hace 10 años y no de lo que está pasando ahora. Creen que la gente es tonta, que no entiende lo que está pasando".

El justicialista Dalmacio Mera, promotor del dictamen como presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, fue conciliador: repudió la filtración de escuchas judiciales de la ex presidenta hace un año e informó que presentó una denuncia para investigar la supuesta presencia de agentes de inteligencia en el Instituto Patria, think tank kirchnerista. "No seremos responsables si se filtran imágenes", aclaró luego. 

Los ocho compañeros de Cristina dispararon duro y parejo contra el PJ y Cambiemos, con discursos exaltados de la chaqueña Inés Pilatti Vergara, la chubutense Nancy González (comparó las tapas de Clarín de años de Perón) y la mendocina Anabel Fernández Sagasti ("Asistimos a un verdadero show; no sé quien le avisa a los medios de los allanamientos"). El radical Luis Nadienoff cerró rápido para votar. Los 67 presentes votaron a favor.