Ni bien comenzó la sesión por el aborto, el senador peronista Omar Perotti pidió reserva para tratar su proyecto que propone la despenalización de la mujer que interrumpe un embarazo.

Y cuando los senadores provida no salían de su asombro Lucila Crexell, neuquina y reacia a recibir órdenes, pidió considerar el suyo, que habilita el aborto legal hasta la semana 12 de gestación pero sin los derechos y regulaciones de la media sanción de Diputados.

Como explicó LPO, estas iniciativas eran consideradas por los verdes para negociar un proyecto de consenso que consiga mayoría y la última instancia era pedir una consulta popular. Crexell y Perotti se juntaron este martes, acercaron la propuesta a Miguel Pichetto (PJ) y Humberto Schiavoni (PRO), pero los aliados no aparecieron. 

Y esta mañana acordaron apelar a un artilugio complejo: encontraron un artículo del reglamento que permite rechazar un proyecto y tratar uno similar al instante con mayoría simple. Por lo general, sin dictamen de comisión las leyes solo se debaten con dos tercios.

Perotti y Crexell encontraron un artilugio reglamentario para debatir un proyecto alternativo del aborto. Hablan de 5 conversos, pero Pichetto y Schiavoni, las espadas verdes, no les confían. 

No hay antecedentes de esquivar ese requisito porque es una parábola absurda en cualquier otro tema. Lo habitual es que una mayoría consolidada apruebe un proyecto en general y lo retoque en particular,  pero el aborto no es un debate más, sus adherentes pertenecen a diferentes bloques no interactúan tan fácil y, sobre todo, se desconfían.

Con 38 a 31 en contra, sin muchas certezas Perotti esperanzó a los referentes de la Campaña por el aborto que se acercó al Congreso con la promesa de torcer "cinco votos" si se trataba su proyecto de madrugada. Hablan de los radicales Ángel Rozas, Julio Martínez y Julio Cobos y del peronista Rodolfo Urtubey. Estos dos últimos hablaron en contra del aborto, pero la despenalización no es incoherente con ningún argumento.  

LPOJuan Casas

Crexell se sumaría y el tucumano José Álperovich, que anunció temprano su voto en contra, se bajó sorpresivamente de la lista de oradores. "Hay miles de personas, creen que se puede levantar y algo hay que darle", se consolaban algunos diputados que gestaron aquella aprobación de madrugada el 14 de junio. Algunos oficialistas telefoneaban a Rogelio Frigerio, siempre en contacto con los senadores de todos los bloques. 

La radical Silvia Elías de Pérez, referente de los celestes, le advirtió a Schiavoni que era capaz de romper el bloque si se atrevía a una maniobra de madrugada, pero se tranquilizó cuando supo que Pichetto no se anima a jugar tan fuerte. 

Los verdes no se resignan a una derrota y evalúan pedir una consulta popular

Eso dice y tiene sentido, porque si los 5 conversos no aparecen, los celestes se levantarían y dejar la sesión sin quórum y el papelón puede inundar las redes sociales. ¿Los celestes están coordinados para actuar ante un caso así? Es un misterio pero al atardecer ya se hablaba de negociaciones caídas y resignación. 

Sin embargo, Urtubey le habría sugerido a algunos verdes de Cambiemos no escaparse rápido después de votar. ¿Tal vez quiere improvisar una mayoría para aprobar los allanamientos a Cristina Kirchner? Habría sido una charla de pasillos, de las tantas que hay en estas semanas, en un Senado revuelto como nunca antes.