Mariano Rajoy perdió una figura clave de la política española, pero respira tranquilo después de un mes de críticas por sostener a la presidenta regional de Madrid, Cristina Cifuentes, quien finalmente dio un paso al costado asediada por escándalos.

Cifuentes, del Partido Popular (PP), estaba acorralada desde hace un mes cuando estalló la polémica por la obtención fraudulenta de un máster en la universidad pública madrileña Rey Juan Carlos. Rajoy la sostuvo de mala gana, algo que quedó en evidencia durante su visita a la Argentina cuando respondió incómodo a las preguntas de los corresponsales españoles sobre este tema.

La funcionaria aseguraba contar con un máster en Derecho Autonómico de la Universidad pública Rey Juan Carlos de Madrid. Sin embargo, de acuerdo con documentos publicados por el eldiario.es a Cifuentes le habían quedado pendientes dos asignaturas y dos años después, sin que mediara una nueva matrícula, le cambiaron la nota de "No presentado" a "Notable". 

Días después de que una funcionaria de la universidad cambiara las notas del sistema, Cifuentes pagó el título y cuando fue a recogerlo se sacó una foto, sonriente, con la acusada de truchar el analítico. Esta persona puso la foto como imagen de perfil en Whatsapp hasta que estalló el escándalo.

La resistencia de la dirigente madrileña terminó este martes cuando el portal OkDiario sacó a la luz una filmación de 2011 (cuando era número dos de la Asamblea de Madrid) en la que se la ve siendo apartada por un guardia de seguridad de un supermercado por haber robado dos cremas de 20 euros cada una. El video marcó su final.

Esta mañana Cifuentes anunció su renuncia al cargo, que de todos modos dijo que dejaría la semana próxima por el caso del martes. La dirigente habló de un "calvario" y una "campaña de acoso y derribo" que "dejó de ser política para convertirse en personal".   

"Este video obedece a un error involuntario, una compra en la que me llevé por error unos productos por un valor de 40 euros, que luego aboné", aseguró la ahora ex presidenta regional. "Cometí muchos errores en mi vida, también me salté semáforos, pero toda mi vida se ha puesto en tela de juicio con un interés determinado de acabar conmigo", agregó Cifuentes, a quien la oposición estaba dispuesta a desplazar mediante una moción de censura.

Su salida es un alivio para Rajoy, que se refirió al tema en medio de una visita oficial del mexicano Enrique Peña Nieto. "Ha hecho lo que tenía que hacer. Creo que era obligada su dimisión en esta situación. Espero que estas cosas no vuelvan a producirse nunca", declaró.

Cifuentes gobernaba en minoría en Madrid debido a un acuerdo con los liberales de Ciudadanos, liderados por Albert Rivera, quien venía presionando a Rajoy para que la desplace bajo amenaza de retirarle su apoyo en el gobierno regional. "Si el PP quiere seguir conservando el gobierno en Madrid, tendrá que apartar a la señora Cifuentes", amenazó un vocero del partido días atrás.

La dirigente había intentado bajar la tensión renunciando a la utilización del máster trucho, aunque eso no evitó que la Fiscalía le abriera una investigación ante indicios de delitos de prevaricato y falsificación documental  

"La dimisión de Cifuentes pone fin a una etapa de desprestigio y bochorno en la Comunidad de Madrid", aseguro el vocero de Ciudadanos Ignacio Aguado. El líder de esa fuerza, Albert Rivera, avisó que apoyarán a otro candidato del PP para presidir Madrid siempre y cuando esté "limpio".