Luis Caputo pasó la tarde de este lunes ajustando detalles de su visita al Congreso este miércoles y sus nervios ya no son un secreto.

Sus asesores llamaron infinidad de veces a los funcionarios de protocolo del Senado y sorprendieron con pedidos insólitos como aumentar al extremo la seguridad y limitar los espacios para la prensa y asesores, por temor a infiltrados.

"Están insoportables. Demasiado quisquillosos", bromeaban en la Cámara alta, donde está reservado el salón de las provincias entre las 9 y las 13 para escuchar al ministro de finanzas justificar la cuenta offshore a su nombre, denunciada en el Panamá Pappers y ausente en su declaración jurada.

Hace dos semanas, desde que Marcos Peña confirmó su asistencia, Caputo hace coaching con el equipo del jefe de Gabinete para defenderse de los ataques que recibirá de dos diputados kirchneristas dispuestos a acorralarlo: Axel Kicillof y Rodolfo Tailhade.

El ministro quiere que pase todo rápido: expondrá con un powert point y no aceptará repreguntas, o sea, habrá que conformarse con lo que diga.

Al minucioso interrogatorio sobre su prontuario offshore le seguirá otro sobre el incremento de la deuda externa, que no terminará pronto.

Como explicó LPO, la oposición quiere que la bicameral mantenga reuniones mensuales para estudiar los rojos externos de Macri y pedirle explicaciones al ministro. Mañana lo tendrá por primera vez cara a cara.