El presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, resolvió este martes no intervenir en el mercado cambiario ni alterar la tasa de interés de referencia de la economía, en una jornada marcada por la expectativa de los mercados respecto de lo que decidiría la autoridad monetaria en materia de tasas para fomentar la desinflación.

En lo que va del mes, el Banco Central desembolsó 385,5 millones de dólares de las Reservas Internacionales para evitar que la suba de la moneda estadounidense presione sobre la inflación. No obstante, hoy en el mercado único libre de cambios (MULC) solo se operaron 400 millones de dólares en espera de con un precio máximo de $20,22, debajo de los $20,25 que como reveló LPO el Banco Central no quiere dejar pasar para no recalentar la inflación.

En efecto, así lo confirmó la autoridad monetaria en el Comunicado de Política Monetaria de este martes 13: "Luego de la pronunciada depreciación observada desde diciembre, durante las últimas semanas el peso siguió mostrando signos de debilidad. En ese contexto, el BCRA decidió intervenir para sostener el valor de la moneda, en la convicción de que, en las condiciones actuales, una depreciación mayor a la ya ocurrida no estaría justificada ni por impactos económicos reales ni por el curso planeado de su política monetaria y que, de no evitarse, tendría el potencial de ralentizar el proceso de desinflación", se lee en el documento oficial.

En castellano liso, para Federico Sturzenegger, por un lado, no hay motivos reales que justifiquen la suba del dólar; y, por otro, en caso de permitir que siga el alza que comenzó en diciembre, lo más probable es que esa suba se traslade a los precios al consumidor y, por ende, la velocidad de la baja de la inflación sea menor a la necesaria. La meta oficial es de 15% para 2018.

"El Banco Central ratifica su esquema de flotación cambiaria con intervenciones ocasionales, como complemento de su política monetaria, ante dinámicas disruptivas capaces de alterar la marcha de la inflación o de generar efectos negativos en las condiciones financieras", agregó el Comunicado.

Aun así, en las pizarras de los bancos privados y casas de cambio del microcentro porteño la cotización de la divisa minorista subió diez centavos a $20,61, en tanto el tipo vendedor del Banco Nación no se movió y cerró en $20,45 al igual que ayer. El dólar futuro tampoco se movió en ninguno de los plazos: la divisa a fin de mes cerró a $20,43.

De todos modos, la autoridad monetaria no consideró conveniente volver a subir la tasa de interés, que lleva dos meses clavada en 27,25%, pese a que reconoció que subieron las expectativas de inflación en el último Relevamiento de Expectativas de Mercado a 19,9% para este año.

Respecto de la inflación de febrero, que el Indec dará a conocer mañana, la autoridad monetaria sostuvo que "las estimaciones y los indicadores de alta frecuencia de fuentes estatales y privadas monitoreados por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) indican que la inflación de febrero mostrará un alza respecto del valor registrado en enero, tanto en el nivel general como en la inflación núcleo, principalmente como producto de un aumento en los precios regulados y del precio de algunos bienes transables".

De todos modos, consideró que "esa aceleración de precios es temporaria y que, completadas buena parte de las correcciones tarifarias y apaciguada la dinámica cambiaria local, la inflación consolidará su tendencia a la baja".

Y aunque no subió la tasa, se comprometió a no volver a bajarla hasta que haya señales claras de que la inflación está bajando: "El Banco Central seguirá monitoreando esta situación, y no relajará su política monetaria hasta que se confirmen señales de desinflación compatibles con el sendero buscado. Con toda la información disponible, el BCRA decidió mantener su tasa de política monetaria, el centro del corredor de pases a 7 días, en 27,25%. El Banco Central conducirá su política monetaria para alcanzar su meta intermedia de 15% en 2018", concluyó el Comunicado.