Como en sus mejores tiempos, Hugo Moyano y Luis Barrionuevo juntaron a sindicalistas afines en Mar del Plata y emitieron un duro documento contra el Gobierno, que intentarán imponer ante sus pares en la próxima reunión del Consejo Ejecutivo de la CGT, prevista para febrero.

"Hacer mas ricos a los ricos y mas pobres a los pobres, es el resultado de los dos primeros años de Macri", según la frase más contundente del documento que se titula la "Declaración de Mar del Plata", en el que los sindicalistas reclaman derogar la reforma previsional, cajonear la laboral, que las paritarias no tengan tope del 15% y eliminar los decretos de Macri.

Apuntaron contra el fin de la inembargabilidad de los salarios y la habilitación a crear fideicomisos con Anses ("no queremos timba financiera con plata de jubilados"), que forma parte del megadecreto anticipado por LPO. También cuestionaron la anulación de la paritaria docente, otro decreto, en este caso publicado este miércoles.

Moyano y Barrionuevo llevarán el documento crítico del Gobierno al Consejo Directivo de la CGT, donde pedirán un plan de lucha contra el Gobierno. 

"Creemos en la necesidad de una Argentina de encuentro y diálogo institucionalizado, sustentable en el tiempo y al que deben ser convocados todos, como lo reclama el papa Francisco", resaltaron los sindicalistas y advirtieron que ese diálogo "debe resolver los enormes problemas y tener como norte la producción, el trabajo, el empleo, la educación y las variadas realidades".

La reunión fue en el hotel del Sindicato de Gastronómicos de Mar del Plata, una cita habitual de cada verano, pero que esta vez, por el tono del comunicado, sirvió en los hechos para armar un frente gremial contra Macri.

Justo en momentos en que tiembla su ministro de Trabajo, Jorge Triaca, jaqueado por la denuncia de maltrato y contratación en negro de su empleada doméstica. Los discursos sindicales obviaron al ministro pero por lo bajo varios admitían que tal vez haya quedado demasiado debilitado para continuar en el cargo. Si debe irse, mirarán de cerca a su reemplazo.

La reunión si bien importante, no representó una foto contundente del sindicalismo peronista. No llegaron a Mar del Plata los representes de los Gordos, como se denomina a los grandes gremios de servicios, liderados por Héctor Daer, de sanidad, uno de los miembros del triunvirato de conducción.

Plaini y Palazzo en el hotel de los gastronómicos.

Tampoco referentes de "los independientes", como Andrés Rodríguez (UPCN) y Armando Cavallieri (Comercio); ni del Movimiento de Acción Sindical (Masa), donde tallan figuras como Omar Viviani (taxistas), Sergio Sasia (Unión Ferroviaria) y Guillermo Moser (Luz y Fuerza).

Sí estuvieron moyanistas como Juan Carlos Schmid, triunviro de la CGT junto a Daer y el barrionuevista Carlos Acuña, el primero en llegar al hotel de Punta Mogotes. Por el transporte estuvo Omar Maturano (maquinistas de trenes), pero no Roberto Fernández, de la UTA, capaz de parar el país con sus colectivos. No le gusta hacerlo seguido. 

La Corriente Federal, cercana al kirchnerismo, dijo presente con José Palazzo, de Bancarios. confirmando que avanza la alianza de Moyano con Cristina. Y hasta las 62 organizaciones, donde militó hasta el último día el fallecido ruralista PRO Gerónimo Venegas, puso un pie con Horacio Valdéz, del sindicato del vidrio.

Molesto por las causas judiciales que lo aquejan, Moyano fue el más enrarecido: según supo LPO, anticipó que en 15 días podría movilizar los camiones y marcar el camino a un plan de lucha.

El resto abundó en conceptos luego materializados en el documento, que ya había trabajado Omar Plaini, el canillita cercano a Moyano, donde exigieron "un programa básico de coincidencias en relación con un destino y modelo de país en el que los argentinos quieran y deseen vivir".

El texto resaltó que en 2015 "muchos depositaron su esperanza en un cambio positivo que corrigiese lo que estaba mal y sostuviese lo bueno, que luchara contra la inflación que come el salario, contra la pobreza y que dotase a la República de más institucionalidad".

Por el contrario, se encontraron con: "Un Gobierno de CEOs, directores, accionistas, dueños de empresas locales y multinacionales que asumieron con total desparpajo, afectando la ley de ética pública al conservar acciones e injerencias en sus compañías y beneficiando de forma ostensible sus intereses".

Llegaron a Mar del Plata Omar Maturano (maquinistas), Sergio Palazzo (Bancarios) y  Horacio Valdéz (Vidrio). No estuvieron los Gordos, como Héctor Daer (Sanidad), los independientes (UPCN, Comercio). Tampoco Viviani (tasistas) y Sasia (Ferroviarios)

"La construcción de un relato requiere un enemigo, por lo que todo lo que se opusiera era el pasado, es decir, el peronismo y los sindicatos, mezclando situaciones de funcionarios, gremialistas y unos pocos empresarios", se quejaron en la declaración.

Para los dirigentes, "el diálogo se transformó en monólogo sin obligaciones, a excepción de la de los trabajadores, y con proyectos planteados en determinados términos que luego aparecían escritos con la innegable pluma de asesores patronales".

"Nada de lo prometido se cumplió. No se eliminará o bajará la pobreza con un trazado económico contrario al interés nacional. No habrá inversiones productivas que generan mano de obra con el fomento de la timba financiera, con intereses y emisiones de deuda que crean ganancias especulativas siderales. No habrá mejor institucionalidad y calidad democrática con leyes como la reforma previsional y tributaria, que favorecen a sectores concentrados y castigan a los beneficiarios de la seguridad social", añadieron.

Además, rechazaron "el aliento desde el Estado de la desafiliación sindical, lo que es una práctica desleal", y "la anulación por decreto de la paritaria docente", como también "las denuncias mediáticas, judiciales y tributarias a través de un aparato comunicacional afín y con amenazas de auditorías", todo lo cual procura deslegitimar a los gremios ante la sociedad para avanzar sobre "el salario y las condiciones laborales".

"El gobierno, en dos años, solo provocó la pérdida del poder adquisitivo de jubilaciones y salarios; condonó y blanqueó deudas de evasores; redujo el haber de los pasivos y de los beneficiarios de programas sociales; llenó las góndolas con productos extranjeros que conspiran contra el trabajo local; endeudó el país de forma inaudita e hizo más ricos a los ricos y más pobres a los pobres", concluyó el documento gremial.