La Cámara de Diputados empezó a sesionar a las 11.40 para tratar el presupuesto y los acuerdos fiscales y tributarios entre la Nación y las provincias, pero Cambiemos deberá seguir negociando para aprobarlos de madrugada, como planea en el mejor de los casos. 

La última lista de oradores prevé 18 horas de discusión y como ya es habitual, la sesión comenzó con decenas de "cuestiones de privilegio" de los diputados que estiraron los tiempos todavía más.  

El interbloque Argentina Federal, identificado con los gobernadores, aportó el quórum pero informó que pedirá discutir el volumen de obras de infraestructura y alertó por el creciente de la deuda externa.

"Queremos rediscutir las prioridades de la inversión en materia de obra pública, su principal objetivo debe ser la infraestructura logística, la competitividad y la inclusión social, privilegiando los lugares que requieren mayores niveles de desarrollo", sostuvieron los diputados, conducidos por el salteño Pablo Kosiner.  Un dato: como en la fallida sesión de la reforma previsional, volvieron a llegar 40 minutos después de la hora de convocatoria. 

El bloque de los gobernadores ayudó con el quórum, pero exigió en un comunicado más obras públicas. Y quieren una bicameral para evaluar los proyectos público-privados, por temor a que crezca demasiado la deuda externa. 

A través de un comunicado, conocido segundos después de iniciada la sesión con el título "reclamamos modificaciones", advirtieron "sobre la disminución de la inversión real directa en materia de obra pública en todo el país", que "afecta fundamentalmente a las regiones en donde el desarrollo es más sensible".

"Nos preocupa lo que este presupuesto dice en materia de inversión. En 2016 la Inversión Directa del Estado cayó en términos reales más de 25% comparado con 2015. Por primera vez desde 2004 el Gasto de Capital fue menos del 10% del total del gasto".

"En 2017 recuperamos algo pero aún seguimos debajo del 10%. Para 2018 se plantea un nuevo ajuste, con una inversión directa del Estado que caerá al menos 2% en términos reales", analizaron los diputados.

Emilio Monzo con Graciela Camaño, jefa del bloque massista.

Télam

Recordaron que el Gobierno adjudicó esa merma a sus pronósticos sobre los planes de inversión pública-privada, pero que mientras no lleguen "los argentinos no pueden seguir esperando" ni sumar endeudamiento sin control. 

"No vamos a analizar ninguna nueva opción de endeudamiento si no se conforma la comisión bicameral de seguimiento de la deuda", aseguraron y advirtieron por el impacto del endeudamiento en el presupuesto.

"Cuando vemos los pagos por intereses, es alarmante la progresión que muestran esas partidas. En pocos meses vamos a estar pagando el doble de intereses que hace apenas dos años atrás. La velocidad de este endeudamiento, de USD 35 mil millones por año, no es sustentable y le hace daño al país", dijeron.

"El Congreso debe recuperar su atribución constitucional de controlar el endeudamiento y es vital para la Argentina que la oposición ponga la lupa en la deuda pública", finalizaron.