El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, envió un fuerte mensaje a los inversionistas extranjeros con la eliminación del plazo mínimo obligatorio de 120 días para que los capitales foráneos permanezcan en el país.

La cartera económica destacó que se trata de la eliminación de "la última restricción vigente en la Argentina al ingreso de capitales de inversión provenientes del exterior". "Con esta medida, Argentina continúa en su camino de integración al mundo y de normalización de su esquema macroeconómico, que permitirá avanzar en el proceso de mayor creación de empleo y de crecimiento del país", festejó Dujovne en un comunicado.

La Resolución 1-E/2017, publicada este jueves en el Boletín Oficial, modifica el decreto 616/2005. En los fundamentos, se recuerda que con ese decreto el kirchnerismo "dispuso que todo endeudamiento con el exterior de personas físicas y jurídicas residentes en el país pertenecientes al sector privado, ingresando al mercado local de cambios, debe pactarse y cancelarse en plazos no inferiores" a 365 días. Apenas asumido Macri, Prat Gay redujo el plazo a 120 días.

Esta decisión, tomada por Néstor Kirchner y Roberto Lavagna, excluía a las operaciones de financiación del comercio exterior y las emisiones primarias de títulos de deuda que cuenten con oferta pública y cotización en mercados autorregulados.

Hacienda indicó que durante el anterior gobierno "se establecieron los requisitos a observar en el caso de determinados ingresos de fondos por endeudamientos financieros del sector privado y por ingresos de fondos de no residentes". Entre esos requisitos, se dispuso que los fondos ingresados sólo pueden ser transferidos fuera del mercado local de cambios al vencimiento de un plazo de 120 días corridos, a contar desde la fecha de toma de razón de su ingreso.

En este marco, el Ministerio que conduce Dujovne resaltó que "desde el inicio del actual Gobierno, en la República Argentina se unificó el mercado de cambios, se eliminaron las distorsiones al comercio exterior y se restablecieron las relaciones financieras con el resto del mundo". "En este nuevo contexto, resulta necesario reducir al mínimo los plazos referidos, eliminando así toda restricción al ingreso de divisas", indicó el texto oficial.

La medida va en contra de lo que resolvió en mayo el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, cuando estableció para las Letras del Banco Central (Lebacs) dos tramos: uno interno, para las licitaciones de Lebacs de hasta 119 días, accesibles únicamente para los capitales argentinos; y otro externo, del que también podían participar capitales extranjeros.

La preocupación de Sturzenegger era la distorsión y volatilidad adicional en el flujo de capitales que generan los denominados "capitales golondrina", aquellos que se dedican a la especulación de corto plazo en instrumentos que transitoriamente ofrecen altos rendimientos -como hicieron las Lebacs cuando pagaban 38%- y no a las inversiones productivas. Su decisión se respaldaba en las recomendaciones para la estabilidad financiera del Banco Internacional de Pagos de Basilea.

La medida es significativa ya que se da en momentos en que los capitales extranjeros parecen estar en proceso de retirada de los mercados internacionales por el efecto Trump. Esto complicaría a Argentina no sólo a la hora de salir a buscar financiamiento externo para cubrir el déficit, sino también a la hora de atraer inversiones. El caso de Ford y otras empresas que cancelaron inversiones en México por presión de Trump es el síntoma más evidente de que atraer a grandes empresas no será una tarea sencilla.