La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) difundió ayer su Balance Preliminar de 2016, un documento en el que analiza el desempeño de la cada una de las economías de la región durante el año y adelantan un primer pronóstico para el año próximo.
Respecto de la Argentina, el Balance Preliminar describió que “La dinámica exhibida por la economía argentina en 2016 respondió tanto a factores externos, (como ser) la recesión en el Brasil como (a factores) internos”, lo que se tradujo en que la actividad económica se contrajera en los primeros tres trimestres del año a un ritmo interanual del 2,4%, “tras una retracción importante de la inversión, el descenso del consumo de los hogares y la reducción del gasto público, que no llegaron a ser compensados por el aumento de las exportaciones”.
Así, detalló que para resolver el problema de la falta de divisas, el Gobierno de Macri liberó el control de capitales y devaluó 40% en una jornada, lo que derivó en inflación que hizo caer el consumo interno, sin una compensación por el lado de las exportaciones, a la vez que cayó la asistencia social: “Tomados conjuntamente, los montos desembolsados en concepto de jubilaciones, asignaciones familiares (contributivas) y Asignación Universal por Hijo (no contributiva) se redujeron aproximadamente un 3,3% en términos reales entre 2015 y 2016”.
“La consecuente caída de la participación de los asalariados en el ingreso, que incide en la evolución del consumo privado en el corto plazo, se sumó a la retracción de la inversión, y no fue compensada por la evolución del gasto público ni por las exportaciones, que mostraron una expansión moderada. Si bien en la segunda mitad del año el gasto público cumplió un rol menos contractivo, ante la retracción del consumo de los hogares y la reducción de la inversión, se estima que el año culminará con una caída del PIB del 2,0%”, se lee en el reporte.
Luego de analizar el comportamiento de la balanza comercial de pagos y de las públicas ambas con un importante deterioro por el crecimiento de 8 puntos porcentuales del PBI de la deuda pública, el informe de la CEPAL precisó que entre enero y septiembre, la actividad bajó un 2,4% interanual.
“De acuerdo con la información disponible hasta el segundo trimestre, cuando la caída del PIB era del 1,7% anual, la contracción era atribuible a la caída de la inversión (4,2%) y al avance de las importaciones (10,6%)”, explicó el informe.
“Al sustraerse de cada componente de la demanda agregada el gasto incurrido en importaciones, la caída de la inversión se agudiza (10,4%), a lo que se agrega una disminución del consumo privado (1,0%) y del consumo público (0,3%), parcialmente compensadas por el aumento de las exportaciones medidas en términos reales (2,1%). Por el lado de la oferta, la disminución se explica por la menor producción de bienes (5,8%), área en que se destaca la retracción en la industria manufacturera (del 4,6% interanual) y el leve crecimiento del sector de servicios (0,7%)”.
Respecto de la inflación, la CEPAL describió que la tasa anual pasó de un promedio del 26,6% en 2015 al 40,9% en los primeros diez meses de 2016 y que el Banco Central adoptó formalmente en septiembre un régimen de metas de inflación para moderarla.
No obstante, el documento de la CEPAL advirtió que “El volumen de emisión de LEBAC generó una importante masa de liquidez (equivalente al 89,8% de la base monetaria hasta octubre de 2016), que en un contexto financiero en que sigue siendo considerable la salida de divisas por motivos financieros, obliga al BCRA a ser cauteloso en su política de normalización de tasas, lo que puede afectar la recuperación de la economía real”.
Un Balance para toda la región
Luego de dos años seguidos de contracción, América Latina y el Caribe tendrán en 2017 un modesto crecimiento de 1,3%, según nuevas proyecciones entregadas por el organismo regional de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
“Estamos en un punto de inflexión. América Latina y el Caribe volverá a crecer pero de manera moderada y sin motores claros que la impulsen. Su recuperación será frágil mientras se mantengan las incertidumbres del contexto económico, en particular las tendencias proteccionistas recientemente observadas. Por ello retomar la senda del crecimiento regional requiere mucha cautela y revertir la dinámica del proceso de inversión, lo que demanda una importante movilización de recursos financieros”, declaró Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, en Santiago de Chile durante la conferencia de prensa en la que se presentó el documento.
En relación a las proyecciones de crecimiento para 2017, el documento predijo que una mejora en los precios de las materias primas beneficiaría los términos de intercambio de América del Sur, subregión que repuntaría con un alza moderada en su PIB de 0,9%, mientras que el Caribe crecería 1,3%, principalmente por la actividad turística, en tanto que Centroamérica lideraría la expansión con una mejora del 3,7%.
Sin embargo, estas proyecciones no implican un correlato sobre el empleo. Por el contrario, el informe precisó que la tasa de desempleo urbano viene mostrando una tendencia alcista y podría terminar 2016 en 9% -muy superior al 7,4% registrado en 2015- debido a la disminución de la tasa de ocupación y al consecuente aumento en la tasa de participación laboral.
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