En una Mar del Plata llena de nuevos edificios, los empresarios del sector de la construcción manifestaron que este fue un mal año, pero que en el mes de agosto tuvieron un fuerte repunte en la venta de cemento y que la actividad se está recuperando.

LPO consultó a un empresario arenero, que prefirió mantener su nombre en reserva, acerca de la caída de los números de la construcción en septiembre. En su opinión, esta recaída tuvo más que ver con las lluvias que pueden hacer caer hasta un 80%. Sin embargo, consideraron que octubre va a ser mejor que agosto. “Para nosotros, este último fue el mejor agosto en los últimos cuatro años.”

Otro empresario vinculado a las grandes obras de ingeniería aseguró que “La obra pública ya empezó. Entre enero y junio se hizo la revisión de contratos de las obras más urgentes o que ya estaban comenzadas y luego se siguió con las licitaciones. Una vez que arranca el proceso licitatorio no paran más las obras, van saliendo una después de la otra en la medida en que esté el financiamiento. Las primeras obras están arrancando, pero el repunte recién se va a ver entre noviembre y marzo.”

Consultado sobre la magnitud del repunte, el empresario eligió expresarlo en puestos de trabajo. “De los 70 mil puestos que se perdieron este año en el sector, entre 20 y 25 van a volver a ocuparse antes de marzo”, pronosticó.

La sensación que tienen ellos es de entendimiento por el imperativo del Gobierno de revisar la obra pública y de optimismo porque creen que la obra pública y la construcción privada van a repuntar. “Pero con optimismo no hacemos nada”, dijo el mismo arenero.

Lo que sí celebran es que se facilitará la toma de decisiones con información pública confiable. Y se mostraron muy satisfechos con las estadísticas creíbles del Indec y con lineamientos claros a futuro como los que promete el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, con las metas de inflación.

Además si bien manifestaron su interés por el resultado del blanqueo, lamentaron que fuera tan caro para los que tienen ahorros bajo el colchón y calificaron de “contradicción” que aquellos que hoy blanquean no puedan usar sus ahorros para construir, invertir en una construcción de pozo, y solo puedan aplicarlo a la compra de inmuebles ya terminados. Porque por un lado, demora innecesariamente la reactivación del sector por los seis meses que congela los fondos; y por otro, crea una presión sobre los precios del mercado inmobiliario cuando lo que se busca es que los precios dejen de subir.

Sin embargo, por el lado de los fondos de inversión a los cuales se puede suscribir blanqueando más de 250 mil dólares por cuotaparte y comprometiendo a cinco años el capital, una de las fuentes reveló que se va recaudar más que por el “chiquitaje” que se deposite en los bancos. “Liquidez no va a entrar, menos del 1%”, estimó el constructor en relación a lo conversado con los mismos bancos.

Estos fondos de inversión manejan más de veinte proyectos de construcción privados en simultáneo cada uno y ya aprobados, cincuenta a la vez, como torres o centros comerciales y la CNV va a pedir auditorías precisamente por el volumen de dinero involucrado. “Con esto se reactiva buena parte del sector”, consideró el empresario consultado y agregó que “se llega a recuperar la mitad de los puestos de trabajo perdidos” en 2016.

Respecto de las condiciones para la inversión consideraron que lo primero es la revisión de los costos laborales e impositivos. Un empresario de logística destacó que tanto en su sector como en el de la construcción, “El problema no son los salarios, sino el costo laboral. A mí contratar un empleado que cobra $15.000, me sale $30.000. Y ellos tienen razón cuando dicen que es poco y yo tengo razón cuando digo que es mucho. Hay que atacar los costos salariales que están en el medio, no los salarios.”

Puntualmente otro empresario resaltó que en relación a lo que cuesta construir en otras partes del mundo y lo que sale el metro cuadrado en el resto de las capitales latinoamericanas, “Buenos Aires aun está barato, lo que pasa es que no hay confianza en la seguridad jurídica para meterse de lleno en grandes obras, pero tranquilamente el metro cuadrado en Puerto Madero podría quintuplicarse y de ser así la inversión permite convalidar salarios más altos”, aclaró el constructor.