Lejos del ambiente bélico que intentó generar la militancia
kirchnerista, Cristina ensayó un discurso moderado que fue aplaudido por las
principales figuras del socialismo.
Sin mencionar al juez Thomas Griesa y ni siquiera tildar de “buitres” a los fondos que acaban de ganarle un juicio histórico a la Argentina, Cristina optó por un discurso mucho más moderado y tendiente a la negociación.
Las curiosas gomeras de cartón corrugado, los afiches con leyendas antiimperialistas que cubrieron las paredes del microcentro de Rosario desde la madrugada o las banderas con consignas como “Patria si, fondos buitres no” quedaron como restos de una batalla que nunca fue.
Lo mismo sucedió con las manifestaciones que se organizaron en la Capital. Unidos y Organizados marchó a la Embajada de Estados Unidos con afiches parodiando al Tio Sam disfrazado de Buitre y la consigna "Patria Si, Buitres No", misma consigna que se repitió en el campamento que La Cámpora montó frente al Cabildo, en una movilización encabezada por otro plumífero de dudosa fama, Andrés "El Cuervo" Larroque.
Todo lo contrario, Cristina finalmente optó por un discurso racional alejado del calor de barricada que había imperado en su primer aparición por cadena nacional, luego de conocido el fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos.
Curiosamente, lejos de asumir un lugar protagónico como siempre lo hace en los actos de la Presidenta, esta vez La Cámpora quedó relegada por detrás del Movimiento Evita, Kolina y Nuevo Encuentro que, junto a Peronismo Militante, lograron ocupar los principales lugares dispuestos para la militancia.
El golpe de timón de Cristina no sólo sorprendió a su militancia –que minutos antes había abucheado al gobernador Antonio Bonfatti por reclamar una negociación con los buitres-, sino también tomó por sorpresa a la dirigencia socialista que luego aplaudió con entusiasmo el espíritu negociador de la mandataria.
Así, el histórico dirigente socialista, Juan Carlos Zabalza, confesó aliviado a LPO: “Me tranquilizó” y agregó “hubo una expresión de negociar y ojalá se concrete en los hechos”
“Temí por el default. Nosotros teníamos una gran incertidumbre a raíz de lo que veníamos escuchando. Había posturas cruzadas entre Ministros y con el propio Jefe de Gabinete. Hoy por lo menos se asumió que la posición argentina es negociar y con eso vamos a estar todos encolumnados”, anticipó.
En el mismo sentido, consultado por LPO, se manifestó el ministro de Gobierno de Santa Fe, Rubén Galassi, quien consideró que el discurso de la Presidenta “aportó racionalidad y dejó en claro la intención del país de negociar pero en condiciones que sean posibles cumplir”.
“Destaco la voluntad de discutir, dialogar y asumir compromisos externos, pero en un marco donde se puedan cumplir”, concluyó Galassi.
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