La encuestadora XP publicó un relevamiento que incluye el análisis de la imagen del presidente, Jair Bolsonaro, las preocupaciones actuales de la población y la intención de voto para las elecciones presidenciales del año próximo.

En este punto, Lula derrotaría a todos los contrincantes y en un mano con Bolsonaro sacaría un 40 por ciento de los votos contra 24 que recibiría el actual presidente de Brasil.

El panorama presentado por la consultora es muy desfavorable para Bolsonaro que caería derrotado con el resto de los candidatos que podría presentarse. El gobernador de San Pablo, Joao Doria, el ex candidato presidencial, Ciro Gomes, el ex ministro de Salud Luiz Eduardo Mandetta, el gobernador de Río Grand do Soul, Eduardo Leite y hasta el ex juez y ex ministro de Justicia y Seguridad bolsonarista, Sergio Moro, podrían vencer a Bolsonaro en segunda vuelta.

Por el contrario, Lula ganaría en todos los escenarios y quedaría muy cerca de la victoria en la primera vuelta. En una eventual segunda vuelta con Bolsonaro, el ex presidente estiraría su ventaja a 51-32.

Además, un 61 por ciento dice que "jamás votaría" a Bolsonaro contra un 45 por ciento de electores que no lo harían por Lula.

Lula derrotaría a todos los contrincantes y en un mano con Bolsonaro sacaría un 40 por ciento de los votos contra 24 que recibiría el actual presidente de Brasil.

Fuentes de lulismo consultadas por LPO evitan mostrarse confiados por los números de las encuestas y destacan que con la dinámica que vive Brasil, un año y dos meses una eternidad. "Todavía puede pasar cualquier cosa", dicen.

En relación a la imagen del Gobierno, el relevamiento remarca un crecimiento sostenido del rechazo con un 54 por ciento contra sólo 23 por ciento de apoyo y un 20 que la califica como regular.

Jair Bolsonaro.

Ante la pregunta sobre cómo considera que Bolsonaro está gestionando el país, el número de rechazo crece al 63 por ciento. En paralelo, XP muestra una recuperación de la imagen de los gobernadores y alcaldes, principales adversarios del jefe de estado en el manejo de la pandemia.

Por último, la encuesta refleja que las preocupaciones de la población es la salud, corrupción y educación. Que la corrupción figure entre las primeras tres demandan de cambios le abre una puerta a la narrativa de Bolsonaro contra Lula y las acusaciones en su contra pero le puede venir en contra tras el escándalo de los sobreprecios de las vacunas.

El relevamiento remarca un crecimiento sostenido del rechazo con un 54 por ciento contra sólo 23 por ciento de apoyo y un 20 que la califica como regular.

En el equipo de Lula creen que la necesidad de una mejora en la situación económica estará con más presencia en las inquietudes de los votantes para 2022 y eso será una terreno propicio para que Lula realice propuestas concretas y recuerde los éxitos de sus dos presidencias.

Un dato que no es alentador para Jair Bolsonaro es el apoyo de los consultados al trabajo de la CPI que lo tiene en la mira por su gestión durante la pandemia y destapó la trama de corrupción de las vacunas. Un 67 por ciento de los entrevistados dijo estar siguiendo el trabajo de la CPI y un 57 lo aprueba.

A más de un año de las elecciones, Lula y Bolsonaro se muestran preparados para dar la pelea. El ex presidente de gira por el nordeste y polarizando con el ex capitán del ejército y responsabilizándolo por las consecuencias dramáticas de la pandemia, y Bolsonaro tensando al máximo la relación con la Corte Suprema y el Tribunal Electoral en reclamo de un cambio de sistema de votación que ya fue rechazado por el Congreso.