Editorial
¿Milei quiere una sociedad dócil y resignada?
Por Silvia Saravia
¿Vamos a dejar que unos pocos "se la lleven en pala", o vamos a tomar la pala por el mango para recuperar aquello que agrega valor a nuestra producción y a nuestras riquezas naturales?

Tras un año de gobierno, Javier Milei se destacó por reducir la inflación al mismo tiempo que aumentaba la cantidad de pobres e indigentes. En el mismo período, un puñado de empresas tuvieron ganancias extraordinarias. El negocio financiero fue la estrella del momento, y se habilitaron las condiciones para un modelo productivo primarizado.

"Agarra la pala" es una cuenta de X libertaria que se esmera en difamar disidentes y emular a su jefatura. Toda una falacia. Porque, si la perspectiva de éxito es para los apostadores y las ganancias para los que invierten en "acciones", ¿a quiénes se reserva la exigencia por sostener la cultura del trabajo?

Cuando hacemos referencia a ese concepto, pensamos en cumplir horarios, tener perspectiva de progreso personal, acumular saberes y experiencia, esforzarse para ganarse el mango.

Este proyecto en curso ha sido "muy eficiente" en garantizar el trabajo reproductivo y de cuidados NO reconocido económicamente ("no es amor, es trabajo no pago"). Este gobierno busca profundizar también otro aspecto: que el art.14 bis de la Constitución Nacional se vea obsoleto.

Es evidente que el presidente Milei busca moldear una sociedad dócil y resignada: sin protestas, con organizaciones sociales cuestionadas, y con sindicatos cada vez más achicados. Mientras tanto, refuerza su relato de que el que no trabaja es porque no quiere, el que no se enriquece es porque "no la ve".

Su proyecto de país es funcional a los designios de un Donald Trump que, mientras protege su producción y desarrollo nacional, aplaude y premia a su vasallo que se jacta de una apertura externa a ultranza y de un RIGI obsceno.

"O se adaptan o mueren". Milei fue explícito en su mensaje al sector de la industria. ¿Vamos a dejar que ese sea el "modelo argentino"? ¿Vamos a dejar que unos pocos "se la lleven en pala", o vamos a tomar la pala por el mango para recuperar aquello que agrega valor a nuestra producción y a nuestras riquezas naturales?

Tenemos a mano las posibilidades de un modelo de país con desarrollo soberano, justicia social y trabajo genuino. Hay que decidirse nomás, hay que echar de la Rosada a estos dirigentes libertarianos antipatria.

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