Este lunes, familiares de prefectos y de agentes de la Policía Federal se manifestaron en Rosario, en el mástil del Monumento Nacional a la Bandera, en reclamo de recomposición salarial y de esta manera, se sumaron al pedido que vienen haciendo desde Gendarmería Nacional.

La situación es crítica. Entre los meses de enero y febrero, los que tienen los mejores sueldos recibieron un adicional de 30 mil pesos: "imaginate el resto que tienen sueldos más bajos", dijo a LPO un oficial de la fuerza que se desempeña en la ciudad y comparó: "estamos cobrando lo mismo que un playero de estación de servicio o un vigilador privado".

Patricia Bullrich viene recibiendo reclamos de Gendarmería por los bajos sueldos. La funcionaria les prometió que le iban a aumentar el sueldo cuando el país crezca además de ofrecer viviendas del plan Procrear que eliminó el gobierno.

Lo cierto es que en Rosario, donde se encuentran una buena cantidad de agentes de fuerzas federales afectados a la lucha contra las bandas narco, salieron a protestar a través de familiares por los bajos sueldos.

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El malestar es tan grande que desde el Ministerio le bajaron línea a los jefes de dependencia para que hagan un nota diciendo que "se ha avanzado en la recomposición salaria" y detalla las nuevas escalas para los meses de enero febrero y marzo. "Es la primera vez que sucede eso, que mandan a aclarar el tema porque tienen miedo que el descontento no se pueda controlar", dijeron desde las fuerzas.

El problema es que Bullrich y sus funcionarios de segundas líneas tienen muy buena relación con las fuerzas pero choca con la decisión del ministro de Economía Toto Caputo que le tiene que mostrar a Milei que tiene controlado el déficit fiscal, el principal activo del presidente para negar que pesa el tipo de cambio.

Sin embargo, en el gobierno habían prometido que las fuerzas de Seguridad y de Defensa iban a cobrar bien. Lejos de ello, recibieron apenas el 5% de aumento, algo más que el cero o uno porciento que pretendía Toto Caputo pero insuficiente para llegar a fin de mes.

"Hoy están cobrando igual que los que manejan un Uber pero lo peor de todo es que estas cosas les quitan las ganas de trabajar a los pendejos y eso es el inicio de las cagadas", dijo un agente retirado que transitó los pasillos de Prefectura durante años.