El oficialismo y la oposición en Santa Fe coinciden en que Maximiliano Pullaro ya tiene los votos necesarios para avanzar en la reforma constitucional aunque por ahora, el gobernador evita cualquier manifestación pública al respecto: "es una competencia del Poder Legislativo", repiten en su entorno y de esta manera busca diferenciarse de la estrategia que tomaron sus sucesores que se pusieron al frente de la gesta y fracasaron en el intento.
Con la mayorÃa especial garantizada (o casi), ahora el frente Unidos debe sortear otro desafÃo. Ganar ampliamente la elección a constituyentes para controlar la reforma. Para ello, Pullaro les confió a su grupo de mayor confianza que desdoblará las elecciones locales de las nacionales para no arriesgarse a que los libertarios de copen la Asamblea, como anticipó LPO.
Por su parte, un grupo de evangélicos se acercaron a los bloques conservadores para comenzar a diseñar una estrategia para "disputar un modelo de provincia y rechazar cualquier intento de querer instaurar un Estado amoral", dijo a LPO uno de los organizadores que pidió preservar su nombre porque las conversaciones recién comienzan.
La misma fuente admite su acuerdo con la separación iglesia-estado aunque pretende que se garantice la moral judeocristiana "que no es otra cosa que se respeten los diez mandamientos", explicó.
Para ello, los evangélicos tantearon a diputados del bloque de Amalia Granata y a otras bancadas que ingresaron en representación de los pañuelos celestes al calor de la discusión por la legalización del aborto como el caso de Juan Domingo Argañaraz del bloque Inspirar y Natalia Armas Belavi de Vida y Familia.
En 2018, cuando se discutió por primera vez la legalización del aborto, evangélicos y católicos tardaron en reaccionar pero cuando lo hicieron lograron un apoyo contundente de la población que les permitió torcer la votación en el Senado y luego, traducirlo en caudal electoral.
Ese contexto explica, en gran medida, que en la Legislatura de Santa Fe convivan el bloque de siete diputados de Amalia Granata junto a otros tres monobloques provida. Diez sobre 50 bancadas, nada despreciable.
Ahora, la idea de los conservadores es consolidar una propuesta que confronte con el oficialismo donde el Partido Socialista capitanea el bloque de Unidos. Los evangélicos sospechan que el progresismo tratará de imponerle su impronta a la nueva Constitución: "vamos a combatir una Carta Magna socialista", prometen los religiosos.
Entre los que impulsan esta estrategia se destaca Aldo MartÃn, contador y pastor. Está cerca del diputado Argañaraz y busca reavivar la mÃstica de la lucha contra el aborto para meterse en la discusión por la reforma. Según supo LPO, ya hizo contactos con Beatriz Brouwer, del bloque de Amalia Granata, entre otros.
Para la segunda etapa, buscarán avanzar en un acuerdo con el peronismo no kirchnerista, con radicales marginados del armado de Pullaro e independientes: "La UCR solo está interesada en la reelección y no le van a prestar demasiada atención al resto de la reforma", consideran.
Los evangélicos hacen una analogÃa con la Constituyente del '94 que se desarrolló en Santa Fe: "A Menem lo desvelaba la reelección y le metieron Jefe de Gabinete, el balotaje para complicarle la vida al peronismo y casi le cuelan el aborto", recordaron.
Como sea, esta situación puede llegar a complicar a Walter Ghione, también pastor y diputado del monobloque Uno, un aliado muy estrecho de Pullaro lo cual lo coloca en una disyuntiva complicada: se mantiene firme como legislador oficialista en alianza con los socialistas o se suma a los conservadores. Falta un largo trecho para saberlo.
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