El peronismo busca rearmarse en Santa Fe. Aunque por ahora en forma errática donde diferentes espacios hacen su juego, todos buscan volver a ser una opción para las mayorÃas en 2025. Ese es el camino que comenzó a transitar el senador nacional del PJ por Santa Fe, Marcelo Lewandowski, quien está trabajando en lo que definió como "una hoja de ruta para una propuesta que esté lista cuando la sociedad lo requiera".
En ese armado, el senador rosarino busca reunir "tropa propia" pero también a dirigentes del peronismo que comenzaron a cambiar de referencia polÃtica e incluso otros espacios por fuera del PJ. A eso, se le suman dirigentes sindicales y empresarios, cuyos sectores están seriamente afectados por la profunda recesión generada por el gobierno de Javier Milei y por el impacto del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI).
En la última semana, arrancó con un ciclo de charlas sobre el sistema productivo que buscan se convierta en un espacio de debate y materia prima para elaborar propuestas. La primera que reunió a más de 120 personas, tuvo como invitado al ex ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, MatÃas Kulfas, quien trazó un escenario sobre la macroeconomÃa y la forma de diseñar una salida a la crisis que afecta estructuralmente a Santa Fe por las caracterÃsticas de su entramado industrial. Se prevé que el economista Emmanuel Alvarez Agis sea el segundo invitado.
La primera ficha fue una buena apuesta. El ex ministro de Alberto Fernández es un economista reconocido y respetado por los empresarios santafesinos, quienes lo tuvieron como un interlocutor claro y eficaz durante su gestión, conocedor del territorio y los problemas de las empresas, pero al mismo tiempo comulgan con el programa de desarrollo de este discÃpulo de Aldo Ferrer. Muchos se lamentaron por su intempestiva salida del gobierno.
Además de Kulfas, Lewandoswski y el diputado Miguel Rabbia, en esa mesa de debate estuvo el presidente de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), Javier Martin, titular de la entidad que reúne a unas 7.000 empresas en territorio santafesino que generan 140 mil puestos de trabajo directo y unos 350 mil indirectos.
La decisión del empresario de ocupar esa silla no fue una señal menor. Fisfe habÃa sido una de las entidades que más militó contra el RIGI contenido en la ley Bases, luego se mostró un poco más condescendiente cuando el Senado le realizó algunos retoques. Sin embargo, los números que arroja mes a mes el sector son incontrastables y los obliga a barajar y dar de nuevo. "La devaluación nos pegó mucho", dijo MartÃn al señalar que la recesión que generó una fuerte baja del poder adquisitivo generó una "abrupta reducción de la demanda de bienes durables".
Tras la aprobación del RIGI, los industriales santafesinos se quedaron con sabor a poco. La ley aprobada incluyó una modificación para incluir a las pymes locales en el desarrollo de proveedores (artÃculo 174 inciso L) donde detalla que cada gran inversión superior a los u$s200 millones deberá contemplar al menos un 20% en proveedores en organizaciones nacionales. Esta versión entusiasmó a la cadena industrial proveedora de Vaca Muerta que tiene asiento en Santa Fe.
Pero la alegrÃa duró poco para el conjunto del sector manufacturero porque el texto agrega que las empresas deberán contemplar ese porcentaje de compre nacional "siempre y cuando la oferta de proveedores locales se encuentre disponible y en condiciones de mercado en cuanto a precio y calidad".
Esto les hace ruido a los industriales, quienes según dijo MartÃn, solo pueden competir en las mismas condiciones de mercado si el gobierno elimina los impuestos a las importaciones y las deducciones en ganancias que ofrece este régimen a la inversión extranjera. De lo contrario, seguirán como furgón de cola.
En ese punto Kulfas fue poco optimista. "Asà como salió no conviene. Ante la ausencia de una mirada polÃtica y sin compromisos de inversión, predominan los esquemas de compras globales", dijo y advirtió que "esta no es una crisis más, sino un cambio de modelo", una razón más para pensar el futuro.
La industria como ariete
Tomando ese guante, Lewandoswki - quien fue el impulsor de que Fisfe expusiera en de los debates en comisión en el Senado - encontró en el RIGI como tema, y en el sector industrial santafesino y los gremios vinculados a la actividad y otros aliados históricos del peronismo su base para esta nueva construcción. "Tratamos de hacer las modificaciones para que el RIGI hiciera el menor daño posible", dijo el senador marcando sus lÃmites.
Pero en cambio le tiró la pelota al gobierno de Maximiliano Pullaro por la errática postura que tomó al respecto. "Asà como Santa Fe, Córdoba y Entre RÃos se plantaron por el tema de la Caja de Jubilaciones y realizaron una demanda común, el gobierno provincial deberÃa haber hecho lo mismo con el RIGI, porque a esta provincia "la van a hacer bolsa con este modelo", dijo el legislador.
En la coyuntura adecuada y con el tema oportuno, Lewandowski empezó a armar. "Es un momento complejo y llegamos hasta acá por errores propios y de toda la polÃtica argentina", planteó, por eso "desde Santa Fe lo tenemos que hacer, con una mirada abierta y una expresión que no solamente está ligada a nuestro partido y espacio polÃtico, sino que la abrimos a toda la comunidad santafesina y vamos a seguir haciéndolo de aquà a fin de año", aseveró.
En el auditorio asentÃan otros referentes del peronismo como Roberto Sukerman, ex candidato a intendente de Rosario, quien hasta hace poco era parte de la Corriente de la Militancia que lidera AgustÃn Rossi y ahora está alejado de ese espacio; el titular del fragmentando bloque del PJ en el Concejo Municipal de Rosario, Lisandro Cavatorta; pero también el intendente de la poblada Villa Gobernador Gálvez, ciudad vecina a Rosario, Alberto Ricci, un hombre del Frente Progresista en Santa Fe del ala socialista, asà como referentes del espacio de Rubén Giustiniani. Silvina Frana, compañera de fórmula en las últimas elecciones o la diputada provincial del PJ y ex ministra de Salud de Santa Fe, Sonia Martorano fueron de la partida. También dirigentes sindicales y empresarios que empiezan a animarse a ese armado plural pilotado por el candidato que cosechó 540 mil votos en las últimas elecciones y al momento de asumir su derrota dijo: "Somos los referentes de la oposición". Ahora va por eso.
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El peronismo necesita separarse de la secta K.