Desde la Bolsa de Comercio de Rosario consideraron que la medida anunciada por el Ministerio de Agroindustria de suspender las exportaciones de derivados de la soja como aceites, harinas y glicerinas, como un paso previo a imponerle una suba de retenciones "tendrán un impacto negativo en la producción e industrialización de la oleaginosa".

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La Bolsa rosarina, por donde se registran las principales operaciones granarias del país provenientes del polo portuario del Gran Rosario, agregó que la medida "generará un mayor costo para las exportaciones del complejo agroindustrial presionando a la baja el valor que se podría pagar por la soja", además de recordar que la medida se toma justo cuando el campo enfrenta las consecuencias de la sequía histórica que afectó grandes áreas productivas.

 La medida generará un mayor costo para las exportaciones del complejo agroindustrial presionando a la baja el valor que se podría pagar por la soja.

La Bolsa señaló que además "afecta directamente al polo de procesamiento de soja ubicado en el gran Rosario, actividad clave para diversificar los mercados de destino de la principal fuente de exportación de nuestro país, evitando de esa forma la dependencia de unos pocos países compradores de grano de soja".

El presidente de la Sociedad Rural de Rosario, Tomas Layus.

Desde la Sociedad Rural de Rosario emitieron un comunicado mucho más duro; "El campo dice BASTA de jugar con el pueblo argentino!", titularon y recordaron que el 5 de marzo el Ministerio creó el fondo anticíclico agroalimentario, el fideicomiso que busca desacoplar los precios internacionales del trigo y del maíz, de los precios internos y "ocho días después, la misma entidad suspende las exportaciones de los principales productos de exportación, como el aceite y la harina de soja, paso previo a un posible aumento de retenciones". 

Afirmar que el precio de los alimentos depende del precio de los productos agropecuarios es falso. El gobierno solo tiene la necesidad de buscar un culpable, ante la falta de voluntad política de ajuste del gasto público.

"Afirmar que el precio de los alimentos depende del precio de los productos agropecuarios es falso. El gobierno solo tiene la necesidad de buscar un culpable, ante la falta de voluntad política de ajuste del gasto público y de frenar la inflación, presionando al agro con más posibles retenciones", cuestionó la entidad.

En ese sentido, explicaron que en el caso del pan, la incidencia del costo del precio del trigo es solo del 12%, mientras que el resto del precio lo componen los eslabones de la cadena comercial y el 22% se corresponden a impuestos nacionales, provinciales y municipales. A su vez, indicaron que el otro componente es la logística que representa un 40% del precio al consumidor.

"Seamos responsables, para contener el aumento en el precio de los alimentos, hay que disminuir la presión impositiva", y pidieron orientar el ajuste hacia el gasto público. "Si bien, los precios internacionales se han incrementado notablemente, los costos para el productor van a la par, pero el desdoblamiento cambiario, quita valor a la producción. Además la actividad agropecuaria es a cielo abierto, siempre afectada por los designios climáticos, tan graves como la sequía actual y extremas como las quemas", consideraron desde la Sociedad Rural de Rosario.