"No venimos a ver si las cosas salen bien o mal porque esto no es un partido de fútbol y porque estamos convencidos de que vamos a obtener buenos resultados." Con estas palabras, el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, presentó formalmente a los 575 gendarmes que llegaron a la provincia de Santa Fe para combatir el crimen organizado.

El acto se realizó en Rosario -epicentro de balaceras y asesinatos mafiosos-, donde Aníbal y el gobernador Omar Perotti recibieron a los efectivos provenientes de distintos destacamentos del país.

 No venimos a ver si las cosas salen bien porque esto no es un partido de fútbol y porque estamos convencidos de que vamos a obtener buenos resultados 

Ambos brindaron una conferencia de prensa para confirmar que el nuevo destacamento dedicado a investigar el crimen organizado estará "totalmente listo" en marzo, que los gendarmes "llegaron a la provincia para quedarse" y que Rosario "es una gran preocupación para el país".

En tal marco, el ministro de Seguridad aclaró que los efectivos "son todos cuadros de alto nivel y preparados para trabajar como les pedimos". Remarcó además que algunos de ellos se utilizarán para patrullar la ciudad, pero que la mayoría "se pondrán a disposición de la Justicia para ayudar en tareas de investigación criminal".

 El trabajo no tiene limites geográficos ni jurisdiccionales y vamos a trabajar tanto con los fiscales provinciales como federales 

"El trabajo no tiene limites geográficos ni jurisdiccionales y vamos a trabajar tanto con los fiscales provinciales como federales", dijo Aníbal y aclaró: "La Justicia tiene que dar la instrucción y nosotros aportar a la inteligencia criminal".

También alertó sobre el "problema nacional" que representa la escalada de violencia narco en el Gran Rosario, y que su gran preocupación es "actuar rápido para no permitir que haga metástasis por todo el país".

[ Aníbal anunció la instalación en Rosario de una unidad especial para la lucha contra los narcos ]

"La ley de seguridad interior dice que soy el responsable político del esfuerzo nacional de la policía y es lo que estoy llevando a la práctica porque nuestro objetivo es estar presentes y actuar", remarcó Aníbal.

A su turno, el gobernador Perotti celebró el arribo de las fuerzas federales y recordó que el compromiso de reforzar la seguridad en Santa Fe fue del propio Alberto Fernández.

"Lo conversamos con el presidente cuando vino a esta ciudad, y él dejó en claro que no se pueden permitir este tipo de cosas en su territorio", expresó.

[ Exclusivo: la historia secreta de cómo Aníbal bloqueó el regreso de Rossi al gabinete ]

En tal contexto fue que resaltó la "necesidad" de reforzar el trabajo que vienen realizando con la policía provincial: "Con nuestra sola fuerza no podemos enfrentar la magnitud de estas organizaciones criminales, y este anuncio es tomado como un cambio profundo que no tiene vuelta atrás", celebró, e hizo mención al "recambio" que se implantó sobre la policía local para la depuración de "muchos jefes policiales que hoy están condenados y presos".

 Es una señal de que no hay impunidad y de que el grueso de la fuerza se dirige en ese camino 

"Es una señal de que no hay impunidad y de que el grueso de la fuerza se dirige en ese camino", dijo.

Por último, Perotti informó que la policía santafesina "incorporó 1.600 agentes este año e ingresarán otros 2.500 el próximo", destacando que "cuando ingresamos se fueron mil y entraron solo 400, por lo que estamos en una etapa de transición que tomará el menor tiempo posible".

Del acto también participaron el ministro de Seguridad provincial, Jorge Lagna, y el intendente Pablo Javkin, a quien Aníbal Fernández reconoció: "No somos del mismo partido pero es evidente que en este tema pensamos lo mismo".