Larreta, Lousteau y Massa ya no reniegan de sus intenciones de formar una coalición a la luz de los postulados de la Tercera VÃa. |
Horacio (58), MartÃn (53) y Sergio (52). En orden cronológico para no aumentar la inflación de egos. Los tres con frondosa experiencia de gestión ejecutiva, municipal y parlamentaria, desarrollada en los últimos 25 años de la historia polÃtica argentina. Un trÃo que no se puso colorado a la hora de ocupar funciones administrando millonarios presupuestos en gobiernos peronistas, radicales y macristas. Aun haciéndolo en gestiones presidenciales que no se correspondÃan a sus afiliaciones partidarias de la ocasión.
Ambiciosos treintañeros, surfearon las olas finales del menemismo para desembocar en las costas del fracasado radicalismo aliancista. El mayor de ellos acompañó al presidente Eduardo Duhalde en su interinato al frente de la Dirección General Impositiva, mientras que los dos más jóvenes ocuparÃan la jefatura de Gabinete y el ministerio de EconomÃa de la Nación durante el primer mandato de Cristina Fernández.
Uno fue cofundador de un nuevo partido que llegó a gobernar el paÃs, otro se convirtió en presidente del radicalismo (al que muchos describen hoy como una franquicia del kirchnerismo), y el tercero intentó, sin éxito, una renovación del justicialismo, que desde las últimas semanas juega al ajedrez polÃtico en el tablero del Conurbano bonaerense, mientras la reina define su estrategia para no ser vÃctima de un jaque mate que selle el final de su carrera polÃtica.
En las últimas semanas, RodrÃguez Larreta, Lousteau y Massa ya no reniegan de sus intenciones de formar una coalición a la luz de los postulados de la Tercera VÃa, la corriente de economÃa polÃtica forjada por el sociólogo británico Anthony Giddens en 1997 a partir del triunfo del neolaborista Tony Blair en las elecciones de ese año (el mismo en el que Chacho Alvarez irrumpÃa triunfante en la escena polÃtica nacional marcando el principio del fin del menemismo). A partir de entonces los intentos de construir coaliciones polÃticas fracasaron en todas sus expresiones.
Durante el segundo mandato presidencial del demócrata Bill Clinton (1996-2000), en momentos en que los resultados de la globalización y las recetas del Consenso de Washington comenzaban a ser cuestionados en Europa y América Latina, Giddens definió a la Tercera VÃa como "un marco de pensamiento y de polÃtica práctica que busca adaptar la socialdemocracia a un mundo que ha cambiado esencialmente a lo largo de las dos o tres últimas décadas. Es una tercera vÃa en cuanto que es un intento por trascender tanto la socialdemocracia a la antigua como el neoliberalismo".
Por entonces Giddens no era consciente de que en simultáneo a su teorÃa polÃtica crecÃa en silencio la revolución tecnológica más importante de los últimos siglos. A mediados de los ´90 la entonces llamada Word Wide Web (Internet), creada por el cientÃfico inglés Timothy John Berners-Lee, alcanzaba su maduración para transformar definitivamente las comunicaciones globales.
La polÃtica, el comercio, las finanzas y el periodismo habÃan entrado en una nueva era en simultáneo al final del milenio. La irrupción de China como potencia económica en la primera década de este siglo ha venido reperfilando el tablero de la geopolÃtica de un mundo que, como hacÃa varias décadas no ocurrÃa, asiste a ser testigo de sendas guerras en dos continentes diferentes, batallas que pueden afectar nuevamente la economÃa global a pocos meses del final de la pandemia.
A mediados de 1989 el presidente radical Raúl AlfonsÃn se vio obligado a entregar anticipadamente el poder en manos del mandatario electo peronista Carlos Menem. Con una hiperinflación cercana al 5 mil por ciento, Argentina asistÃa a la virtual quiebra del estado de bienestar que gobiernos justicialistas, radicales y dictaduras militares habÃan intentado gestionar con distinta suerte a lo largo de medio siglo de historia. Desde entonces, neoliberales y keynesianos, kirchneristas populistas y macristas hÃbridos, han intentado llevar adelante polÃticas económicas que tuvieron como resultado un brutal Ãndice de pobreza que alcanza al 53 por ciento de la población.
La pérdida de la identidad histórica del peronismo y del radicalismo llevó a dirigentes de ambos partidos a intentar estructurar coaliciones polÃticas que fracasaron rotundamente en la gestión estatal. Con gabinetes de 20 ministros desconocidos en su mayorÃa para la propia clase dirigente y con una inflación y una legislación laboral que dificultan la inversión y la creación de empleo en el sector privado, la administración de La Libertad Avanza navega con firmeza hacia los postulados básicos del neoliberalismo de los ´90. Privatizaciones, ajuste fiscal ortodoxo, recortes de ministerios y organismos públicos, son los dogmas que hoy imponen con mano de hierro las fuerzas del cielo.
Frente a este escenario económico y polÃtico incierto que mostrará sus resultados en las elecciones parlamentarias del año próximo, RodrÃguez Larreta, Lousteau y Massa intentan renacer juntos para obtener la aprobación de una sociedad que vio quebrar el estado y sus bolsillos en 1989 y 2023. Les hará falta estructurar mucho más que un relato persuasivo y un fornido ejército de batalladores en las redes sociales para deslindar sus responsabilidades frente al mayor cisne negro polÃtico del presente siglo que ellos ayudaron a crear.
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