
Maximiliano Abad reunió anoche a los dirigentes más importantes de la coalición opositora para coordinar equipos y encarar la campaña hacia la elección de octubre. Fue un asado en la sede del Comité Provincia en el que participaron más de 20 dirigentes de primera línea de los dos sectores que se enfrentaron en la interna caliente de agosto.
El candidato a primer senador nacional está obsesionado con la posibilidad de trabajar en conjunto en la provincia. No cree que eso no esté ocurriendo en estos días, sino que considera que esa es la llave para sumar los votos que faltan para ganarle a Axel Kicillof.
En el entorno de Abad plantean que la unidad que ya viene ocurriendo en privado, debe trasladarse a lo público, a la campaña. Que más allá de los gestos de unidad Grindetti y Santilli funcionen de verdad como un tándem durante toda la campaña.
El planteo del presidente del radicalismo es que, si la cúpula de la coalición logra encauzar un trabajo coordinado en la antesala de la campaña, eso terminará ordenando a la militancia hacia abajo. Y cree que eso puede hacer la diferencia en la provincia.
Terminó el escrutinio: Santilli concedió el triunfo a Grindetti en una elección muy ajustada
En La Plata hubo dirigentes que en agosto estuvieron enfrentados. Estuvieron Néstor Grindetti, Diego Santilli, Emilio Monzó, Cristian Ritondo, Miguel Ángel Pichetto, José Luis Espert, Ernesto Sanz, Sebastián García De Luca y Gustavo Posse, entre otros dirigentes. Primero conversaron entre embutidos que sirvieron para distender y luego, durante el asado, se habló en profundidad sobre lo que viene.
Durante la cena Abad planteó que las tensiones internas son lógicas en este tipo de procesos. Pero remarcó que lo importante es que todo el proceso se está ordenando de cara a octubre.
Santilli planteó que va a trabajar muy fuerte para que Grindetti gane la elección "allí donde el kirchnerismo quiere refugiarse". El Colo dijo que el peronismo siente a la provincia como su territorio y que por eso hay que ganarles en la provincia.
Por su parte, Grindetti habló de una campaña muy cuerpo a cuerpo. Planteó la necesidad de lograr cercanía con la gente. Que eso siempre fue un distintivo en Juntos por el Cambio. "Esa cercanía será fundamental para consolidar el voto y convocar a quienes no fueron a votar", dijo.
Ritondo, en tanto, destacó la presencia de Sanz y Monzó, a quienes les atribuyó un valor, no sólo en el presente, sino por haber sido fundadores de la coalición opositora.
El planteo que rondó anoche la parrilla de la sede de calle 51 es que se puede ganar la elección. Remarcaron que Juntos quedó a sólo cuatro puntos de Axel Kicillof y alguien recordó que María Eugenia Vidal perdió la PASO en 2015 por esa diferencia frente a Aníbal Fernández. Después se impuso en la elección de octubre.
"Siempre es clave ordenar a la cúpula en una campaña, pero en esta elección es aún más importante todavía", dicen en el radicalismo. La idea es buscar metodológicamente los lugares donde se puede sumar votos y encontrar también a los dirigentes que tienen cercanía con esos potenciales territorios. "Se van a buscar los votos quirúrgicamente", dicen en el entorno de Abad.
También estuvieron Agustín Forchieri, jefe de campaña de Santilli; la presidenta de la Coalición Cívica en la provincia, Maricel Etchecoin Moro; el senador provincial Andrés de Leo y Pablo Domenichini, un referente cercano a Martín Lousteau.
Además, fueron invitados algunos intendentes. Entre ellos: Maxi Suescun (Rauch), Gonzalo Peluso (Magdalena), Jaime Méndez (San Miguel) y Jorge Etcheverry (Lobos).
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