Mientras Patricia Bullrich avanza en las negociaciones con el titular del radicalismo bonaerense, Maximiliano Abad, en el otro rincón de la coalición opositora, Horacio Rodríguez Larreta cerró con los dos intendentes más fuertes de la UCR en la provincia: Gustavo Posse (San Isidro) y Miguel Lunghi (Tandil).

Es un dato que no pasa desapercibido en la interna de Juntos ya que San Isidro (con casi 300 mil electores) y Tandil (con alrededor de 115 mil), se desmarcan del volumen promedio del resto de los municipios bonaerenses bajo el mando radical, que oscila entre los 5 mil y los 40 mil electores.

El vínculo de Posse con el larretismo data de 2021, cuando el sanisidrense jugó con Diego Santilli en la interna donde éste se impuso a Facundo Manes. Ahora, además de ser uno de los nombres que suena como posible vice del Colorado, Posse también busca posicionar a dirigentes de su espacio en diversas comunas, como el caso del abogado mediático Mauricio Dalessandro que es impulsado por el possismo para la intendencia de San Martín.

Pero lo que sucede con Lunghi hace más ruido en los pasillos del comité bonaerense. Alineado en Adelante Buenos Aires (sector interno que lidera Abad), el tandilense que va por su sexto mandato al frente del municipio es desafiado internamente por su exjefe de Gabinete Marcos Nicolini que, el mes pasado, formalizó que competiría nuevamente por el municipio, esta vez con el respaldo de Patricia Bullrich.

Con ese rival interno ya definido, Lunghi vio que las negociaciones entre la conducción radical bonaerense y el bullrichismo lo estaban llevando a posicionarse en la vereda de enfrente de Abad. Como contó LPO, Larreta ya venía impulsado candidato propio en el distrito serrano: el concejal PRO Juan Manazzoni. No obstante, en las últimas horas se aceleraron las negociaciones con el intendente y se acordó que, en Tandil, la lista de Larreta tenga dos postulantes locales, Lunghi y Manazzoni.

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También surgen otros reposicionamientos a partir de los acuerdos que se van sellando a escala macro. Salvador Serenal, intendente de Lincoln alineado en Adelante Buenos Aires, también confirmó, a través de su jefe de Gabinete Ramón Parera, que buscará la reelección desde el larretismo. Serenal es uno de los intendentes que mostraron fuerte entusiasmo por la irrupción política de Facundo Manes, lo mismo que otro jefe comunal radical de la Cuarta sección, Víctor Aiola (Chacabuco).

En su caso, Aiola no va por una nueva reelección pero su nombre circuló como posible candidato a gobernador de Manes, de no declinar el neurólogo su candidatura. Al momento, en el entorno de Manes (ya despegado de la estrategia de Abad) insisten en que se postulará por la presidencia pero no desmienten charlas con el larretismo. 

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Cerca del intendente de Chacabuco aseguraron a LPO que su posicionamiento irá en sintonía "con lo que defina Manes" por lo que se vislumbra en Aiola a otro jefe comunal del radicalismo que se desmarca de la ingeniería electoral del titular del comité provincial.

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A la vez, aparecen intendentes como Miguel Gargaglione (San Cayetano) y Matías Rappallini (Maipú) que, parados en el possismo, buscarán la reelección llevando la lista larretista. Con ese cuadro, armadores de Santilli minimizan la gravitación territorial que podrían sumar Bullrich y Grindetti a partir de un acuerdo con Abad.

Mientras, en Adelante Buenos Aires aseguraron a LPO que el vice de Néstor Grindetti "será de la UCR", pero que aún no definieron nombres. Como fuere, crece la impaciencia en varios intendentes radicales que aguardan por definiciones. "Cada uno mira atentamente lo de arriba para ver cómo acuerda en el territorio", dijo un experimentado jefe comunal de la UCR que admitió sobre el grado de incertidumbre persistente a horas del cierre: "Esto nunca lo vi".