Axel Kicillof busca evitar que la crisis que enfrenta el Frente de Todos impacte de lleno en su gestión. Por eso encaró en las últimas horas una serie de reuniones bilaterales con intendentes del Conurbano y ministros de su gabinete.

En la Casa de Gobierno las denominan "reuniones de seguimiento de la gestión" y buscan generar mayor cercanía ya sea con líderes territoriales del Conurbano -que tienen el pulso de lo que sucede en los distritos más poblados de la provincia- como con funcionarios del gobierno que no son de su círculo de mayor confianza.

Fuentes del gobierno aseguran que la idea es hacer un monitoreo permanente de la situación en el territorio para analizar el impacto de la inflación. Kicillof quiere saber qué impacto tiene la disparada de precios en la gente, y se sabe que para eso nada mejor que los intendentes.

Se trata de un giro en la metodología de trabajo del Gobernador que hasta ahora convocaba a los intendentes del Conurbano en dos grandes grupos: Primera y Tercera Sección. Norte y sur del Conurbano. Esos encuentros transcurrían en largas mesas y rodeados de asistentes en el ecléctico Salón Dorado de la Casa de Gobierno.

Ahora, en un momento político complicado en el oficialismo por las diferencias entre el Presidente y el kirchnerismo, el Gobernador busca salir de esa crisis mediante encuentros de cercanía. Reuniones bilaterales en las que se puede decir y escuchar mucho más que en encuentros numerosos.

En un momento de extrema tensión dentro del Frente de Todos, Kicillof busca acercarse al poder territorial de los intendentes. Quiere tomar contacto directo con los problemas y mostrarse cerca de lo que sucede en los distritos. Se sabe que los jefes comunales son quienes controlan la gestión más cercana a la gente.

También busca hacer un repaso de las obras y acciones del gobierno provincial. En este momento, Kicillof no quiere que nadie diga que no lo escuchan o que le da más a unos que a otros.

"El mensaje es claro: los intendentes hablan y resuelven con el Gobernador. Después con los ministros ejecutan", explican a LPO voceros del gobierno.

Florencia Saintout y Axel Kicillof.

Kicillof busca acercarse al poder territorial de los intendentes. Tomar contacto directo con los problemas y mostrase cerca de lo que sucede en los distritos. Los jefes comunales son quienes controlan la gestión más cercana a la gente: obras chicas a través del Fondo de Infraestructura Municipal; el Estado en tu Barrio, un programa nacional que acerca servicios y prestaciones del Estado a los distritos. Incluso el Censo, un relevamiento de escala nacional donde los intendentes también están abocados a la logística.

Los encuentros bilaterales comenzaron a implementarse el viernes pasado. Allí recibió en un mismo día y por separados a cuatro referentes territoriales: la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza; su par de Florencio Varela, Andrés Watson; al diputado bonaerense Mariano Cascallares (Almirante Brown); y al presidente del Ente Nacional de Control y Gestión de la Vía Navegable, Ariel Sujarchuk (Escobar).

Este lunes, recibió al intendente de Ezeiza, Alejandro Granados, y a dos de sus ministras: Daniela Vilar (Ambiente) y Florencia Saintout (Cultura).

Hasta ahora, todos los convocados a las "reuniones de seguimiento de la gestión" fueron referentes territoriales y funcionarios que no son de su círculo más cercano.

Salvo Sujarchuk, el resto de los intendentes son del sur del Conurbano. En cuanto a las ministras, tanto Saintout como Vilar responden al kirchnerismo duro y llegaron al gabinete en diciembre pasado. Está claro que el Gobernador apuesta a evitar mayores heridas dentro del oficialismo.