La incesante caída de la actividad económica producto del ajuste del gobierno de Javier Milei agrava cada vez más la recaudación en los municipios. En ese contexto, varios intendentes advierten complicaciones para afrontar en los próximos días el pago del aguinaldo.

Ese panorama se registra mayoritariamente en municipios del interior, con menor espalda financiera que aquellos del conurbano y que, con el derrumbe en la cobrabilidad de las tasas vinculadas a comercios, su estabilidad financiera depende de los fondos que gira la Provincia.

Por eso, muchos reconocen que la segunda cuota del Fondo de Fortalecimiento Fiscal Municipal que giró Axel Kicillof semanas atrás les dio oxígeno para el abordaje de la cotidiana, considerando que son recursos de libre disponibilidad.

Pero, más allá de eso, algunos intendentes consultados, tanto del peronismo como de la oposición en el interior, admitieron complicaciones y supeditaron el cumplimiento en tiempo y forma del pago del aguinaldo al goteo de la coparticipación provincial.

"Seguramente vamos a pagar con algunos días de retraso", dijo a LPO un intendente del norte bonaerense que atraviesa sus primeros meses en la gestión. Otro, con varios mandatos a cuestas, admitió: "Estamos complicados, dependemos de cómo llega la coparticipación".

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A tal punto es la preocupación por el goteo de recursos, que algunos detectan leves retrasos que pueden complicar y se inquietan porque en junio "hay muchos feriados y son días perdidos" en relación a la llegada de recursos.

La contracara son los intendentes que anunciaron el pago adelantado del aguinaldo, algunos próximo viernes. "Los que tienen grandes empresas y barrios cerrados no tienen la soga al cuello", dijo un intendente que se esperanza con la recaudación de la tasa de red vial que tributan los productores rurales en su distrito.

Pero quienes cuentan con empresas de peso empiezan a temer por la desaceleración de la producción y la amenaza latente de suspensiones.

Por caso, esta semana en Bragado la Fábrica de Implementos Agrícola Fiasa suspendió por tres meses a más de 30 trabajadores a raíz de un sobre stock en el sector molinos. En Mar del Plata, la fábrica de electrodomésticos Eskabe suspendió a un tercio de su personal.

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Los intendentes ven que ese golpe en los polos productivos se traduce directamente en la actividad comercial local y eso también pega en la recaudación.

La preocupación por los aguinaldos van a la par de paritarias sin resolver en varios distritos. Desde pequeños municipios como Patagones, donde los gremios rechazaron una oferta del 9% de suba, hasta Mar del Plata, donde los municipales llevan dos meses de pelea con la gestión de Guillermo Montenegro, la conflictividad está latente en varios puntos.

En el peronismo, los intendentes se alinearon a Kicillof en la denuncia al gobierno de Milei por la deuda de $6,3 billones que también repercute en sus distritos, sobre todo en lo relativo a las obras paralizadas que tenían financiamiento nacional.

Como contó LPO, entre las mayores deudas directas que exigen los bonaerenses figura un billón de pesos en concepto de transferencias de ANSES a la caja provincial; los fondos de Fortalecimiento Fiscal Municipal (FOFOFI) por $ 107.565 millones; de Incentivo Docente (FONID) por $ 74.803 millones; equipamiento de diagnóstico por imágenes por un total cuatrimestral de $ 30.158 millones; otros $ 15.000 millones por venta de energía generada en las centrales de la Costa Atlántica; y unos $ 10.224 millones en concepto del Fortalecimiento de la Infraestructura Portuaria.