Gerardo Zamora jugó al límite contra la Corte Suprema porque quiere que Cristina Kirchner meta a su esposa, Claudia Ledesma Abdala, como candidata a vicepresidenta en una de las fórmulas del Frente de Todos.

El gobernador de Santiago del Estero se puso al frente del reclamo de los gobernadores que aceptaron firmar el pedido de juicio político impulsado por Alberto Fernández contra los miembros del Máximo Tribunal.

Zamora ofició de vocero de la reunión con el presidente y los gobernadores y jugó fuerte con una denuncia contra Silvio Robles, mano derecha del presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti.

El gobernador motorizó a través del juez federal de Santiago, Guillermo Molinari, la incautación del celular de Robles, pero luego se declaró incompetente y giró la causa a Comodoro Py.

Pese a que la denuncia no prosperó, a Zamora le sirvió la embestida para congraciarse con Cristina, que frecuenta semanalmente a su esposa en el Senado.

Ledesma Abdala fue gobernadora de Santiago en 2013 y es la presidenta provisional de la Cámara Alta. Pese a que no es de La Cámpora, Cristina la considera como una de las senadoras más leales. No es casual que todas las resoluciones del conflicto del Consejo de la Magistratura por la designación de Martín Doñate y Luis Juez las firmara la propia Abdala.

La liga de los gobernadores quiere tener una fórmula propia en la interna del Frente de Todos y en ese sentido se habla de Juan Manzur como uno de los posibles candidatos. Los mandatarios dicen que en la fórmula tiene que haber una mujer.

Los gobernadores del Norte reconocen un liderazgo en Zamora, como anticipó LPO, y por eso Cristina encontraría una buena manera de pagarles si apoya a Abdala para una fórmula.