Victoria Villarruel recibió a Guillermo Francos a solas, antes de abrir la cita a los jefes de los bloques aliados, en la previa de la presentación del informe del Jefe de Gabinete. Ese encuentro reservado, que se habría extendido por 10 minutos, fue comunicado por la Vicepresidenta a través de sus redes sociales, con un mensaje "ecuménico" para neutralizar la bronca de la Casa Rosada con sus movimientos tácticos.

La movida ilusionó a los estrategas del oficialismo, que buscan una "tregua" entre Javier Milei y la Vice. Con cuatro fotos registradas durante la mañana de este miércoles, Villarruel posteó en Twitter: "Recibimos en el Senado al Jefe de Gabinete de Ministros @GAFrancosOk para su informe sobre la gestión de nuestro gobierno. Transparencia, eficiencia y administración responsable de lo que es de todos".

Fuentes del Poder Ejecutivo repusieron ante LPO el pedido de cautela para bajar la tensión que habrían hecho desde el entorno del primer mandatario, e interpretaron que Villarruel suscribió con ese tono "un armisticio".

En el Senado, fueron menos optimistas. "La Vice acusó recibo de la agresividad de Milei y se docilizó", resumieron.

Un legislador que colabora con los libertarios trató de ponerle paños fríos a la situación, tal vez porque el debilitamiento de la titular de la Cámara Alta allana el camino para que los aliados aceiten sus vínculos con Balcarce 50. "No hay riesgo institucional porque Villarruel no es Chacho Álvarez y Milei no es (Fernando) De la Rúa", graficó.

Dos de los senadores que asistieron a la reunión de Labor Parlamentaria de este miércoles se burlaron del temor de Milei, Santiago Caputo y Karina Milei a que la Vice se tome revancha tras el ataque presidencial, lectura que reveló en exclusiva LPO. "Hoy estuvo en Labor Parlamentaria como si nada", deslizó uno de ellos.

En ese contexto, fuentes parlamentarias advierten que Milei atraviesa un momento de relativa "fortaleza política" y "logró domesticar a sus adversarios y subordinar totalmente a sus aliados". "Hasta mitad de año, los legisladores no se animaban a opinar por miedo a un tuit del Presidente o alguno de sus trolls pero ahora tienen miedo de perder políticamente", argumentaron.

Como sea, tanto Villarruel como Milei habrían bajado sus decibeles. Al menos, hasta el próximo choque.