
El juez federal de La Pampa, Juan José Baric, quien aparece como una figura destacada en la Gestapo para perseguir sindicalistas instrumentada durante el gobierno de MarÃa Eugenia Vidal, cumple por estos dÃas un rol central en la pelea por el sindicato de trabajadores rurales (Uatre).
Baric se desempeñaba como subsecretario de PolÃtica Penitenciaria en la provincia durante el gobierno de Vidal, un cargo que dependÃa del entonces ministro de Justicia, Gustavo Ferrari.
Según Página 12, el ex subsecretario ingresó a la sede de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) en la tarde del 6 de agosto de 2018 y dos dÃas después fueron los integrantes del departamento de Operaciones Técnicas a instalar cámaras y micrófonos en la alcaidÃa departamental 3 de Melchor Romero, que dependÃa directamente del Ministerio de Justicia provincial.
El exdirector de Operaciones Especiales de la AFI, Alan Ruiz, declaró que él siguió con Baric el tema del "cableado" de la alcaidÃa de Melchor Romero.
Pero los motivos por los cuales la AFI se involucró en esa unidad provincial no están claros. El abogado Daniel Llermanos denunció que estaban poniendo cámaras y micrófonos para preparar las celdas para la detención de Hugo y Pablo Moyano. Otra versión indica que la idea era preparar las escuchas ante un eventual traslado de los hermanos Lanatta y VÃctor Schillaci. También se habló de la posibilidad de un traslado de "Los Monos".
Pero ¿cuál es el rol de Baric en la Uatre? La respuesta está en la problemática conducción de José Voytenco al frente del gremio de los peones rurales.
A fines del año pasado, el gremio formalizó su ruptura con la realización de dos congresos paralelos donde el secretario general Voytenco quedó en minorÃa.
Se parte la Uatre en rechazo a la conducción de Voytenko y hablan de una intervención con Ramón
La mayorÃa del Secretariado Nacional de la Uatre planteó la invalidez de una serie de medidas, que incluÃan la expulsión de dos históricos del gremio: Juan Carlos Castro y Dávalos, que habÃa intentado concretar Voytenko.
Por estos dÃas el gremio se encuentra paralizado. Por orden de la justicia laboral nacional el sindicato no puede afrontar ningún tipo de pagos y se están cubriendo sus costos con la obra social Osprera, un mecanismo que pone deja en una situación muy delicada al massista Pablo Ansaloni, quien tras un largo conflicto logró recuperar la conducción de la obra social, nada menos que la caja del gremio.
La superintendencia de seguros sigue ese desvÃo de fondos de la Osprera a la Uatre con preocupación, porque mientras le pagan a los dirigentes sindicales cercanos a Voytenco con fondos de la obra social, los prestadores no cobran y los trabajadores rurales no tienen servicios de salud.
La jugada de Voytenco era que el juez Baric le diera luz verde a una cautelar reconociendo a las autoridades ilegalmente elegidas e impugnadas por la justicia del Trabajo Nacional. Esa cautelar le iba a permitir además comenzar a disponer de los fondos del gremio.
Ahora, la exposición del rol del magistrado como una pieza clave en la Mesa Judicial puede paralizar esa maniobra toda vez que el gobierno podrÃa tomar nota que Baric estarÃa ayudando irregularmente a Voytenco.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.
Un estado organizado para encerrar personas sin el debido proceso... Es como la Dictadura o me parece a mi? Sin asesinatos... Es retórica la pregunta.
Que cambió? Cambiaron las armas. Utilizaron un esquema pseudojuridico junto con la operación mediatica de clarin, la nación e infobae en lugar de los falcon verdes y la tortura. (Aunque la tortura psicológica estuvo presente).
Mira el apoyo mediatico al servicio del plan: https://youtu.be/zvg1CxZ4N5k
Imaginate que inventaban una causa, luego con la prision preventiva le indicaban a politicos, dueños de medios y empresarios que es lo que debian decir para inculpar a dirigentes en otras causas inventadas y con eso poder encarcelarlos. Un circulo infernal...
Plantaron micrófonos en los penales para poder ramificar y potenciar las persecuciones.
Todo eso con la colaboración de jueces y fiscales encarpetados y apretados (contado por los propios jueces).
O sea, no es igual que la dictadura, ok. Pero el espíritu esta intacto.