El Gobierno decidió no movilizar el primero de marzo por la apertura de sesiones del Congreso que encabezará Alberto Fernández junto a Cristina Kirchner.

La Cámpora ya había dejado trascender que no se sumaría a ningún acto en torno a la asamblea que servirá como marco al último discurso en el Congreso del primer mandato de Alberto.

Con la presencia de Cristina supuestamente garantizada, el kirchnerismo no quiere darle entidad al presidente, de quien esperan una definición cuánto antes sobre si será o no candidato.

En la Rosada filtraron el fin de semana los intentos de Alberto para convencer a Emilio Pérsico que movilizara a las bases del Movimiento Evita, el principal respaldo que tuvo el presidente en la calle a lo largo de todo su mandato.

Pero Pérsico, que recompuso su vínculo con Cristina y empezó a tomar distancia de Alberto, avisó que el Evita no se sumará a ninguna movilización.

Gildo Onorato, uno de los referentes del Evita, confirmó a LPO que no movilizarán el miércoles "porque es un escenario que intenta convalidar una candidatura de Alberto y eso hoy divide al Frente de Todos".

"Nosotros queremos que haya unidad y vamos a trabajar para que por intermedio de las PASO o por consenso podamos construir una propuesta competitiva", agregó Onorato a Infobae.

En este marco, el Gobierno decidió que no habrá movilización en los alrededores del Congreso, pese a que es la costumbre.