A la hora de asumir como gobernador Maximiliano Pullaro dijo que buscarÃa que se revisara el caso de un policÃa, Maximiliano Nocelli, que estaba condenado a 25 años de prisión por matar a dos asaltantes en un robo, para revertir esa sentencia. Finalmente eso pasó veintidós meses después, esta semana, cuando un nuevo tribunal analizó el trámite y por unanimidad absolvió al uniformado.
El caso es de auténtica complejidad porque está acreditado que hubo un enfrentamiento donde el policÃa intervino en una acción de robo y luego hubo valoraciones diferentes sobre si al disparar actuó de manera legÃtima o produjo un doble homicidio agravado. Eso es lo que se saldó este miércoles con un fallo del nuevo tribunal que entiende que el policÃa fue condenado con arbitrariedad.
Pero hay un planteo que excede el debate jurÃdico y escala a la polÃtica. Ocurre que la presión que ejerció el Poder Ejecutivo de Santa Fe para llegar a este resultado ha sido manifiesta. No tiene que ver con la racionalidad del debate ni del fallo. Sino más bien con el caso donde un gobernador con supremacÃa legislativa le indica lo que tiene que hacer el Poder Judicial. Y el Poder Judicial lo sigue cuando habÃa dos fallos previos en los que dos tribunales colegiados -seis jueces en total en doble instancia-habÃan llegado a una condena por unanimidad.
Es un hecho de análisis nada apto para simplificaciones ni miradas binarias. Un policÃa que actúa en una escena donde le dispararon a un camarada, que responde en un momento de altÃsima adrenalina mientras los agresores están en el piso con lo que hay dificultades para observarlos. Contra esto los fiscales exhiben lo que se vio claramente: una ejecución filmada. Y un policÃa que estaba con Nocelli que dice al tribunal no entender por qué su colega mató a la mujer que acompañó al asaltante cuando ya no mediaba peligro.
El procurador avala el plan de Pullaro para empoderar a la PolicÃa
El dÃa que juró en la Legislatura Pullaro señaló a la policÃa de Santa Fe que en un contexto de violencia feroz le darÃa un respaldo manifiesto. Remarcó que un uniformado tenÃa un arma en la cintura para usarla y que impulsarÃa el juicio por jurados para que fueran ciudadanos comunes los que definieran la suerte de efectivos juzgados. También dijo que buscarÃa la revisión del caso Nocelli.
La inseguridad de la que hablaba Pullaro tenÃa que ver con una desbocada suba de homicidios pero no de casos de enfrentamientos entre policÃas y delincuentes y tampoco por casos de robo. El caso de Nocelli sà lo habÃa sido. Si habÃa sido gatillo fácil no era de ninguna manera un caso tÃpico. Porque lo que se advirtió históricamente en los Tribunales de Rosario fue que los casos de ejecuciones sumarias eran, mayormente, hechos donde no habÃa enfrentamiento, sino abuso extremo de armas de uniformados contra civiles desarmados.
En mayo de 2019 Luciano Nocelli, policÃa del Comando Radioeléctrico de Rosario, les disparó a Jimena Gramajo y Maximiliano Rosasco tras un intento de robo a una mujer a metros de un parque. Las defensas señalaron que Nocelli intervino en el transcurso de un delito en el que incluso uno de los delincuentes atacó a balazos a otro policÃa, lo que fue probado. La fiscalÃa sostuvo que la acción de Nocelli fue a quemarropa y cuando los asaltantes ya estaban neutralizados, lo que la convertÃa en un doble homicidio agravado.
Antes de asumir dijimos que uno de nuestros compromisos era respaldar y conducir a la PolicÃa que todos los dÃas protege a los santafesinos.
Hoy se confirmó la absolución de Luciano Nocelli. Nunca más un agente va a ser condenado por cumplir con su deber.
En Santa Fe, el que... pic.twitter.com/W2bNbdkwbL— Maximiliano Pullaro (@maxipullaro) October 8, 2025
Dos tribunales de jueces concluyeron en largos procesos que se habÃa tratado de asesinato intencional. Se probó en juicio que el asaltante habÃa intentado robar el bolso a una mujer que resistió y fue golpeada. La mujer esperaba a su cómplice en moto. Allà intervinieron Nocelli y un colega que patrullaban la zona. Allà hubo un cambio de disparos en una secuencia de 14 segundos que terminó con Rosasco y Gramajo muertos.
Lo que se estableció para la condena fue que cuando Jimena Gramajo fue baleada mortalmente ya habÃa terminado la situación de peligro y que Nocelli siguió tirando. Esto fue lo puesto en discusión por Pullaro explÃcitamente lo que coincidÃa, también, con la posición de la defensa del policÃa. A partir del planteo del gobernador, el procurador de la Corte dictaminó por revisar el fallo, la Corte Suprema lo aceptó y se integró la nueva sala que ahora, por unanimidad, absolvió al policÃa.
A todas las posiciones que cambian la vieja resolución no les falta lógica. El procurador Jorge Barraguirre indicó que Nocelli accionó mientras habÃan baleado a su compañero y que se encontraba en el piso en una perspectiva distinta a la cámara de vigilancia que registró la acción a tres metros de altura y que fue determinannte para las condenas. "Este no es el caso Chocobar, donde el agresor se iba y es baleado de espaldas. Acá el policÃa reacciona desde el piso en una secuencia muy rápida cuando no puede saber si los que tiraban, aunque hubieran cesado, seguirÃan tirando", le dijo en su momento Barraguirre a LPO.
Después la Corte Suprema de Santa Fe ordenó por unanimidad de cinco miembros revisar el caso excluyendo el doble homicidio armado y bajo dos opciones diferentes y residuales: homicidio justificado por cumplimiento del deber y exceso en el cumplimiento del deber. La Cámara Penal lo hizo ahora con tres nuevos jueces. La decisiva es Gabriela Sansó para quien sus colegas valoraron deficientemente al condenarlo el factor subjetivo. Sansó se enfoca en "la reacción del agente en un contexto de violencia, el temor experimentado, la percepción del peligro concreto" lo que hizo que no tuvieran en cuenta factores relevantes. También tuvo en cuenta indicios unÃvocos de algo que siempre dijo el policÃa: que no sabÃa si su compañero Leone estaba vivo o muerto cuando lo vio tendido y creyó que la situación de riesgo no estaba terminada.
Pullaro obtiene de la Corte Provincial un fallo clave para su polÃtica hacia la policÃa
Lo que genera copiosos comentarios institucionales entre funcionarios judiciales es que el Poder Judicial hizo lo que Pullaro pidió explÃcitamente cuando habÃa dos fallos unánimes previos que condenaban al policÃa de magistrados reconocidos por su probidad. Los jueces Román Lanzón, Mariano Aliau, Carlos Leiva, Bibiana Alonso, Carolina Hernández, Guillermo Llaudet son muchos de ellos magistrados con años de trayectoria y docentes universitarios. Todos dijeron que correspondÃa la pena y la justificaron.
Pullaro desde una posición de poder polÃtico obtiene el fallo que pide. Desde el primer dÃa como gobernador hizo cosas para modificar un Poder Judicial con notorias deficiencias, favoritismos polÃticos y arbitrariedades. Pero también Pullaro le da curso a sus preferencias y sin buscar disimularlo. Por ejemplo al designar una Cámara Penitenciaria que no existe en otros distritos para emitir resoluciones ligadas a las prisiones integrada por personas de su afinidad polÃtica, según dijo el mismo ministro de Seguridad y Justicia Pablo Cococcioni, para lo que se eliminó el orden de mérito en los concursos y se lo justificó. Impulsar una reforma procesal que tiene un fuerte antagonismo con la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Frente a este poder del que pide, ¿hay un Poder Judicial que produce el nuevo fallo por convicción o por sumisión debido al miedo de contrariar a alguien poderoso?
Las preguntas acompañaron toda la revisión y resonaban tras el nuevo fallo ¿Hubo acá una intromisión inaceptable del Poder Ejecutivo más allá de lo razonable que puede ser rediscutir este caso? ¿Qué pasa si el dÃa de mañana se impulsa lo mismo frente a un caso enteramente arbitrario? ¿Se forzó un fallo para dar un mensaje? Es muy difÃcil que frente a esa presión explÃcita la respuesta sea diferente a la que se dio.
En la audiencia en la que le dieron la libertad a Nocelli en noviembre pasado, el propio ministro Cococcioni lo fue a buscar en persona al lugar donde estaba detenido para salir caminando con él. Y después su ministerio dijo que le darÃan cursos a los jueces para que supieran cómo resolver casos donde se produjeran enfrentamientos. Ahora Pullaro y Cococcioni celebraron por redes sociales la salida institucional afÃn a sus expectativas que tuvo el caso.
Luciano Nocelli fue absuelto. Un policÃa que a las 10 de la noche se enfrentó a tiros con delincuentes y tuvo que decidir en 14 segundos como actuaba. Si protegÃa su vida, la de su compañero tirado en el suelo y los bienes de la vÃctima; o nada de eso. Hoy fue absuelto y como... pic.twitter.com/Z5AJvPfvAT— Pablo Cococcioni (@PabloCocoX) October 8, 2025
Un argumento jurÃdico es que esta persona ahora favorecidos tuvo por motivos ideológicos y por una selectividad una alternativa excepcional que si el Derecho fuera igual para todos no se podrÃa aplicar. Pullaro convirtió a este en un caso testigo de su polÃtica de respaldo a la fuerza de seguridad a partir de una desaprobación de sus primeros juzgadores en base a una visión en la que cree genuinamente pero que concedió como una excepción para dar un mensaje polÃtico.
Un mensaje hacia una policÃa hecha de paradojas. Nocelli enfrentaba a los dos asaltantes de una mujer en moto en un delito común contra la propiedad. Pero la delincuencia que implicó el alza de los delitos graves casi nunca se enfrentó con la policÃa en el último decenio. En Rosario hasta fines de 2023 el 70 por ciento de los hechos de alta lesividad provinieron de actores de economÃas delictivas o grupos criminales. No habÃa policÃas en enfrentamientos, por ejemplo, con personas que comercializaban drogas. Sà hubo, al revés, permanentes casos de complicidad llevados a juicio.
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- 1Hace 28 dÃas20:49Este es un cagon de esos que le votan todo al psiquiátrico, Uno mas de PROVINCIAS FUNDIDAS (PERDON unidas) TODOS CAGONES DEL PRIMERO AL ULTIMO