Tras la elección del domingo, Patricia Bullrich buscó hoy un acercamiento con Horacio Rodríguez Larreta. La ganadora de la interna presidencial el PRO le escribió mensajes al jefe de Gobierno porteño, pero según trascendió este no le contestó.

Una versión que corrió era que Patricia le propuso una foto descontracturada, un desayuno en un bar porteño que sirva para empezar a mostrar cercanía luego de una interna caliente.

Según pudo saber LPO, Horacio está muy enojado con Patricia por el escándalo que hizo el domingo al momento de votar en La Rural. En el entorno del jefe de Gobierno creen que montó un show premeditado para perjudicar a su rival en la interna cuando, ante todas las cámaras de televisión, se quejó de las fallas del sistema de boleta única electrónica.

La candidata tuvo que votar siete veces porque decía que la máquina le imprimía una lista equivocada. "Mintió, fingió y lo apuró al técnico", dijeron fuentes del larretismo, desde donde creen que ella hizo todo mal a propósito.

En el larretismo dicen que los problemas de Patricia fueron un show: "Nadie vota 7 veces" 

Pero hubo además otro episodio. En el bunker de Parque Norte trascendió que Mauricio Macri busca ofrecer a Horacio la Jefatura de Gabinete de un eventual gobierno de Patricia, como mecanismo para que la ganadora de la interna pueda absorber los votos de su rival. Sin embargo, Bullrich parece no querer saber nada con la posibilidad de anexar a Horacio a un futuro equipo de gobierno.

Los movimientos de Patricia irritan en el entorno de Larreta. Es que el jefe de Gobierno tiene 11 puntos y entienden que la ganadora de la interna necesita de cada uno de ellos para ganarle a Javier Milei.

Anoche, Bullrich festejó su triunfo con un discurso sobrio y se mostró junto a Larreta, en un inevitable esfuerzo por asegurarse la transferencia de todos los votos de su rival.

Es que la escasa distancia que quedó Juntos del peronismo -apenas un punto- obliga a Bullrich a retener todo el voto de su fuerza si quiere entrar al ballotage.

Bullrich enfrenta ahora el desafío de conservar el voto moderado de Larreta y lograr que se baje el cordobés Juan Schiaretti que rozó los cuatro puntos, que ahora valen oro. No tiene mucho más donde pescar.