En emergencia, los gobernadores de Juntos salieron a pedir por la Ley Bases ante la posibilidad de que el proyecto naufrague en el Senado. Los mandatarios buscan despegarse de un eventual fracaso del oficialismo en el Congreso.

"Necesitamos dar una clara señal a los mercados, al mundo y a los argentinos que nuestro país avanza hacia el equilibrio fiscal, apuesta a la inversión privada y moderniza su sistema laboral", dice el documento que lleva la firma de los 10 gobernadores enrolados en Juntos por el Cambio, una marca que en el Congreso ya dejó de existir.

La mención a los mercados no es casual, desde que quedaron en evidencia las dificultades de la Casa Rosada para imponer su agenda en el Congreso, el dólar y el riesgo país empezaron a subir.

El oficialismo tiene números muy finos para la aprobación de la normativa, que se votará el miércoles en el Senado. El problema se agrava por el viaje de Javier Milei a Italia para participar del G7: Victoria Villarruel debe reemplazarlo y el gobierno perdería su voto en un escenario de empate.

Milei amenaza con bajar la Ley Bases si los senadores le vuelven a hacer cambios

Tanto en el PRO como en la UCR creen que los libertarios conseguirán el número para avanzar. "Esta operación que están haciendo es para darle épica a la votación", dijo una fuente parlamentaria a LPO. "Es cierto que la votación en particular se les puede complicar", admitieron.

Necesitamos dar una clara señal a los mercados, al mundo y a los argentinos que nuestro país avanza hacia el equilibrio fiscal, apuesta a la inversión privada y moderniza su sistema laboral.

En su comunicado, los gobernadores de Juntos señalaron que era "indispensable" darle "herramientas" al gobierno para avanzar "con las transformaciones que votó mayoritariamente la sociedad argentina. Cualquier dilación que pueda ocurrir en el trámite legislativo puede afectar no sólo a las finanzas nacionales, sino también a las provinciales". 

Con el comunicado, los mandatarios buscan despegarse de un posible fracaso de la Ley Bases en el Senado. Quieren evitar el escenario de febrero pasado, cuando la normativa se cayó en Diputados y los gobernadores se volvieron el blanco de Milei, que pasó varios días insultándolos a través de Twitter.