Avanza la restauración de la Manzana de las Luces y las obras podrÃan estar terminadas para fin de año. El proyecto busca preservar uno de los predios más emblemáticos de la Ciudad, que fue remodelado durante la última dictadura sin ningún criterio arquitectónico.
La Manzana de las Luces es un espacio central Buenos Aires y su construcción es previa al nacimiento de la Argentina. Está ubicada entre las calles BolÃvar, Moreno, Alsina y Perú y en el solar que da a la calle Perú funcionó entre 1824 y 1827 el Congreso General Constituyente y en la actualidad hay un museo.
Los trabajos, a cargo de Nación, costarán casi 3 millones de dólares. Contemplan la restauración y puesta en valor de la fachada de la procuradurÃa y de "redituantes".
En 1662 comenzó a levantarse la Iglesia de San Ignacio de Loyola y 50 años más tarde lo que serÃa el Colegio Nacional de Buenos Aires. En 1730 los jesuitas construyeron una procuradurÃa y cuando fueron expulsados por la corona española el Virrey Vértiz decidió destinar parte de la Manzana de las Luces a casas de alquiler.
Esas casas fueron bautizadas "redituantes", porque servÃan para que la Corona obtuviera rédito económico. Tras la Revolución de Mayo allà funcionó el Congreso General Constituyente y uno de los primeros edificios de la Universidad de Buenos Aires.
Durante el Siglo XIX comenzaron las transformaciones del lugar que llegaron a su punto más insólito con la dictadura del '76. Tras la Noche de los Bastones Largos en 1966, los militares apuraron la mudanza de la facultad de Ciencias Exactas de UBA y los alumnos, profesores y laboratorios terminaron en Ciudad Universitaria.
Con el golpe de 1976, la Junta decidió restaurar el solar para volverlo al estilo colonial, pero en lugar de utilizar dibujos de época, pareciera que se basaron publicaciones infantiles. Quitaron el revoque, que era propio de los tiempos coloniales, y dejaron los ladrillos a la vista.
"La última dictadura lleva todo al look colonial trucho que hay ahora, es un colonial de Billiken", le dijo a LPO Gustavo Blázquez, antropólogo, investigador del Conicet y director de la Manzana de las Luces. "Buscaron borrar todos los rastros de las instituciones republicanas que funcionaron en el solar", agregó.
No fue la única licencia que se tomaron: también demolieron la otrora sede de la UBA. La edificación habÃa sido construida sobre los terrenos donde los jesuitas tenÃan una huerta. Allà la universidad levantó varios pisos.
Con la premisa de que todo lo que no fuera original debÃa ser destruido los militares decidieron demoler gran parte de los edificios. Cometieron un error grave: en lugar de colocar nuevos techos, dejaron lo que habÃan sido los pisos de las aulas de la UBA, hechos con materiales que no estaban preparados para estar expuestos a la lluvia. Eso provocó graves filtraciones que terminaron por deteriorar la estructura del predio.
"No es un embellecimiento, sino cuestiones de orden estructural", explica Blázquez. Los trabajos buscan restaurar la fachada e impermeabilizar los techos.
En marzo de 2020 comenzaron los estudios previos y las obras se iniciaron a principios de 2022. La idea era que finalizaran a mediados de este año, pero mientras avanzaba la restauración se encontraron restos arqueológicos del siglo XIX. Eso obligó a modificar el proyecto y cambiar la ubicación de los desagües.
La obra contempla la limpieza de las carpinterÃas, puertas, ventanas, reparación y cambio de vidrios, rejas, herrajes, pintura, iluminación y la restauración de techos coloniales.
En el proyecto trabajan equipos interdisciplinarios de la dirección de Infraestructura del Ministerio de Cultura que dirige Tristán Bauer y por el momento no se intervendrá el espacio que ocupaba la vieja sede de la UBA.
Las obras posibilitarán que las salas que se llovÃan puedan ser usadas y le dará más metros cuadrados visitables a la Manzana.
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